Estimados docentes: La educación es la profesión más importante de todas. Y no solo lo decimos desde nuestro corazón de maestros -los médicos, los ingenieros y los cocineros también podrían, en ciertos momentos de orgullo profesional, decir lo mismo de sus disciplinas- sino que es un hecho sólido como una roca. ¿Quién enseñó al buen abogado a ser buen abogado? Un profesor de derecho. Y así, podríamos decir lo mismo de cualquier profesión, académica o artesanal, que se nos covurra. Por ello es indispensable recuperar el valor real de la educación y darle a los docentes, sea cual sea su especialidad, el sitial que les corresponde en un mundo donde la información y el conocimiento son materia prima del éxito y la realización personal.
El 1 de abril se conmemora el Día Mundial de la Educación, una efeméride relativamente nueva -fue establecida por la ONU en el año 2003 como parte de la semana de la educación inclusiva. Ese día todos los actores relacionados al sector educación están invitados a reflexionar sobre su desempeño en las aulas, la situación de las políticas educativas y el camino que debe seguir la profesión de cara a un futuro incierto. Junto con el Día del Maestro, cuya fecha de celebración es diferente según el país, y el Día Mundial del Docente (5 de octubre), esta serái la tercera fecha dedicada a la educación en el mundo.
Recientemente, se estableció el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación, pero aun no se ha confirmado si es una nueva fecha que reemplaza a esta del 1 de abril o si tiene un enfoque diferente.
¿Ustedes qué opinan?
EL LINK
https://www.redem.org/1-de-abri-dia-mundial-de-la-educacion/
EL DATO
Actualmente, 262 millones de niños y jóvenes no asisten a la escuela; 617 millones de niños y adolescentes no saben leer y carecen de los conocimientos básicos de matemáticas; menos del 40% de las niñas del África subsahariana finalizan el primer nivel de educación secundaria y unos cuatro millones de niños y jóvenes refugiados no están escolarizados.
Con motivo de este Día, la UNESCO publicará un nuevo manual sobre el derecho a la educación. Asimismo, publicará nuevos datos sobre las desigualdades en el ámbito de la educación que muestran qué grupos de personas se encuentran rezagadas en la consecución del ODS 4.
Según los nuevos datos publicados por el Instituto de Estadística de la UNESCO (UIS) y el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo:
- Los niños y jóvenes más pobres de los países de bajos ingresos tienen 50% menos probabilidades de terminar la escuela primaria que los más ricos
- Tienen 25% menos de probabilidad de terminar la escuela secundaria inferior
- Tienen 1/10 de probabilidades de terminar la escuela secundaria superior
- Los niños en áreas rurales tienen más del doble de probabilidades de no asistir a la escuela que los niños que viven en áreas urbanas en países de bajos ingresos
- Solo el 2% de las niñas más pobres en países de bajos ingresos completan la escuela secundaria superior
- Estas cifras resaltan la necesidad de medidas urgentes para reducir las desigualdades, que deberían ocupar un lugar prioritario en los programas de los países y los asociados para el desarrollo.
"La forma en que implementemos el objetivo de educación global determinará el éxito o el fracaso de todo el esfuerzo para acabar con la pobreza, generar un crecimiento inclusivo, fortalecer la paz y proteger el planeta", dijo Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación.
Fuente: UNESCO
Siento en el alma la más dolorosa preocupación por la Educación. Sufrir por la Educación es morir por la Humanidad. Que hasta el momento no se haya comprendido esta dimensión humana, es una tragedia de dolor que otra cosa no supera. La voluntad de morir por la más noble de las causas superiores, ha sido postergada en la crueldad de la desidia y la indiferencia. Seguro estoy que no se trata de recursos económicos, sino, es falta de verguenza de arrastrar la pobreza y no sentir empatía con la niñez sufriente. Por esa humanidad dejo 50 años de dedicacion y muero dejando la humanidad más enferma que recibí.