Estimados docentes: Nuestra profesión es, probablemente, una de las que más cambios ha tenido en los últimos tiempos a raíz de los cambios tecnológico, culturales y sociales que han transformado la forma que tenemos de entender la vida y las relaciones humanas, tanto nosotros como los estudiantes.
Por obvias razones cronológicas los alumnos están, en muchos casos, más familiarizados por ejemplo con las redes sociales y su infinidad de herramientas de información por lo que los maestros y maestras que se formaron en otra época ven a menudo cuestionamientos y dificultades para adaptarse a las expectativas y desafíos de una generación que aprende, desde que nace, a conseguir las cosas por sí mismo.
Esta situación ofrece una oportunidad muy interesante para poner a prueba nuestras capacidades profesionales, tanto en el ámbito de la adaptación a esquemas mentales y entornos sociales diferentes a aquellos con los cuales crecimos, como nuestras habilidades para que, en medio de ese torbellino y revolución tecnológica, no perdamos la vista aquella esencia que dio origen a la profesión docente: ser guías, orientadores en la formación integral de futuros ciudadanos, que requieren de una formación sólida en valores tradicionales, sensibilidades y respeto por la historia y el arte para poder enfrentar el mundo competitivo de hoy con criterio y sentido común.
EL LINK:
http://www.lanacion.com.ar/1682823-ser-docente-hoy
EL DATO:
Un buen profesor entre las muchas habilidades que debe desarrollar ha de mostrar ante todo:
1. Empatía para ponerse en el lugar del alumno y entender sus dificultades o inquietudes, comprenderlo y ayudarlo.
2. Paciencia para saber esperar a los más lentos pero también para adaptarse a los que acaban demasiado rápido.
3. Entrega por su profesión y por el trabajo que ejerce.
4. Entusiasmo por lo que hace, capaz de motivar a sus alumnos y contagiarles las ganas de aprender y saber.
5. Creatividad tanto en el modo de atraer la atención de los alumnos como en la forma de exponer sus conocimientos.
6. Flexibilidad para ser capaz de cambiar el rumbo y adaptarse a las necesidades del grupo o clase.
7. Coherencia en sus decisiones al poner normas y reglas al ejercer la autoridad sin caer en el autoritarismo.
8. Humildad para ser capaz de reconocer errores, admitirlos y pedir disculpas.
9. Respeto hacia sí mismo, hacia sus compañeros y obviamente hacia sus alumnos y respectivos padres.
10. Responsabilidad para llegar puntual, preparar bien las clases, motivar a sus alumnos y buscar siempre lo mejor para todos ellos.
Nuestras capacidades y habilidades profesionales, para la adaptación a esquemas mentales y entornos sociales diferentes, en medio de la revolución tecnológica, no perdamos el estusiasmo de ser guías, orientadores en la formación integral, en valores y respeto de futuros ciudadanos, y poder enfrentar el mundo competitivo de hoy.