Cine y educación: Artes que pueden ser fuente de inspiración

Estimados docentes: Prácticamente desde su aparición, hace más de 100 años, el cine ha sido una de las manifestaciones artísticas más utilizadas por el ser humano para explorar sus conocimientos, emociones, respaldos y rechazos, a través del uso imaginativo, creativo y adecuado de imágenes en movimiento. Siempre han existido debates respecto de los valores culturales o educativos del cine, sobre todo en estos tiempos en que la sobrecarga tecnológica viene produciendo películas de gran éxito masivo por su espectacularidad pero que deja un poco de lado la conexión con los sentimientos humanos, no en cuanto a su mostración directa en cada historia o personaje sino en cuanto a la inspiración que puede producir en el espectador, ya sea por identificación o ensoñación.

Kobe Bryant (41), superestrella del baloncesto norteamericano que falleciera trágicamente el pasado 26 de enero, produjo en el año 2018 un corto que puede convertirse en una herramienta muy efectiva de inspiración, por el potente mensaje que una persona elabora para agradecer al deporte que practica por todo lo que le permitió durante su vida como jugador profesional de baloncesto. 

Dear Basketball (Querido Baloncesto) es un corto animado en el que Kobe Bryant, el histórico defensa y anotador de los Lakers (equipo de Los Angeles que es uno de los más populares de la NBA), cuenta cuánto le debe al deporte que le dio fama y fortuna y le agradece todo eso. Escrita por él mismo, es una historia finamente dibujada por Glen Keane, experto ilustrador que ha trabajado en varios largometrajes de los Estudios Disney.

Películas animadas o comedias, documentales o conciertos, históricas o de ciencia ficción. Todas sirven como herramienta educativa si son proyectadas en clase, con un profesor suficientemente apto para guiar a los alumnos a descubrir los aprendizajes múltiples que pueden obtenerse de cada una. ¿Alguna vez han hecho la prueba de educar a través del amplio bagaje cinematográfico que tenemos actualmente?

EL LINK:

EL DATO:

Seis beneficios de ver películas en clase:

• Nos ayuda a entender la realidad: El cine desenmascara diferentes problemáticas y realidades sociales pasadas y presentes; los alumnos pueden conocerlas a través de la visualización de películas. Además de la ficción, los documentales son ideales para fomentar el pensamiento crítico, ya que muchos denuncian y analizan determinados acontecimientos.
• Los alumnos aprenden sin darse cuenta: Mirar una película en el salón de clases es algo que no sucede con frecuencia, pero sin embargo los alumnos lo adoran. Lo ideal es haber tratado la temática de la película antes de verla en el salón, ya que de esta manera podrán detectar cuestiones clave que el docente quiere hacerles ver a través de este recurso.
• Son buenos para reforzar la alfabetización incluso en otras lenguas: Ya sea en idioma original o con subtítulos, en ambos casos se estará aprovechando un recurso alfabetizador. Y además se estará alfabetizando al alumno en el dominio de códigos audiovisuales, un lenguaje que domina cada vez más las comunicaciones de este tiempo.
• Fomenta la creatividad y el análisis: Por lo general, las películas no le dan “todo servido” al espectador, sino que dejan muchos cabos sueltos para especular sobre lo que está sucediendo o imaginar que podría suceder. El cine es ideal para fomentar la creatividad y la capacidad analítica, realizar hipótesis o conclusiones.
• Forma ciudadanos críticos ante los medios: Conocer los códigos mediáticos de la sociedad actual –llamada sociedad de la información- es fundamental para formar ciudadanos críticos y analíticos de lo que dicen los medios; ya que si bien es cierto que la información abunda, es igual de cierto que no todo lo que los medios dicen debe ser tomado al pie de la letra.
• El cine es acceso a la cultura: Como transmisor de información y herramienta para la expresión, mediante el cine accedemos a la cultura. A través de este arte podemos “viajar” a lugares y épocas en los que nunca hemos estado o podemos conocer las formas de vestir y actuar de generaciones muy distantes, entre una infinidad de posibilidades más que brinda el cine como producto cultural.