Estimados docentes: Las emociones son parte de nuestra vida desde que esta se inicia y se desarrollan en la medida en que tomamos conciencia, como individuos, de nuestra propia existencia. Los infantes tienen emociones aun cuando no las pueden expresar con palabras. El llanto, el gemido o la risa son sus primeras manifestaciones, y son fácilmente reconocibles.
Para los niños que ya cursan el Nivel Primaria, reconocer estas emociones es fundamental como parte de su aprendizaje, el mismo que va afianzándose en la medida que este reconocimiento emocional forma parte de su vida diaria. Tanto el afecto en casa, de los padres y hermanos, como el respeto en el colegio, por parte de sus compañeros de aula y maestros que sepan estimular esto, son piedras de base para la formación emocional integral de cada individuo. Aun así, las particularidades de cada uno se irán manifestando ya que no se trata de un aprendizaje homogéneo sino que cada persona, desde su infancia, va demostrando distintos niveles de emoción y maneras de expresarla o canalizarla. En este punto la orientación del docente es requerida para que cada individuo en el salón sepa cómo manejar sus propias emociones sin perder individualidad y sin transgredir las normas de convivencia en la clase.
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EL DATO
6 emociones básicas:
- Alegría: Sentimiento placentero ante una persona, deseo o cosa. Nos impulsa a la acción. Son múltiples los ejemplos de alegría en los niños, desde comer sus galletas preferidas, hasta ver los regalos la mañana de Navidad.
- Tristeza: Sentimiento de pena asociado a una pérdida real o imaginada. Nos hace pedir ayuda. Situaciones en las que los niños pierden alguno de sus juguetes preferidos o se enferman sus mascotas, son momentos de tristeza para ellos.
- Miedo: Inseguridad anticipada ante un peligro, real o imaginario. Nos ayuda a la supervivencia ya que nos hace actuar con precaución. El encuentro con algunos animales o con personas desconocidas pueden ser ejemplos de situaciones de temor en los menores.
- Ira: Rabia cuando las cosas no salen como queremos. Nos impulsa a hacer algo para resolver un problema. Son diversos los momentos de enfado de un niño: cuando los mandamos a dormir, cuando tienen que recoger, cuando apagamos la TV.
- Asco: Desagrado respecto a algo o alguien. Nos hace alejarnos. La situación más típica en los más pequeños se produce ante determinados alimentos que, al provocarles asco, rechazan de forma tajante.
- Sorpresa: Asombro, desconcierto. Nos ayuda a comprender algo nuevo, porque nos hace buscar respuestas ante lo desconocido. Favorece la atención, la exploración y el interés o la curiosidad.
- El conjunto de habilidades que sirven para expresar y manejar las emociones y sentimientos de la manera más adecuada es lo que podríamos llamar inteligencia emocional; es la capacidad de tomar conciencia de las propias emociones, conocer las de los demás y aprender a regularlas. Conciencia y regulación emocional son competencias emocionales básicas para afrontar los retos de la vida y constituyen un factor protector ante conductas de riesgo como el consumo de drogas o la violencia.
- Dichas habilidades pueden ser desarrolladas por medio del aprendizaje y la experiencia cotidiana. Os propongo que, en los próximos días, intentéis ser más conscientes de vuestras emociones y de identificar con qué situaciones están relacionadas.
Fuente: AgendaMenuda.es
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