Estimados docentes: Sin dudas deben haber escuchado o leído, desde hace ya algunos años, esta extraña palabra: “resiliencia” y su adjetivo derivado, “resiliente”. Pues bien, la palabra quizás sea algo nueva entre nosotros. Sin embargo, lo que expresa existe desde tiempos inmemoriales. Cuando algo malo nos ocurre, nos preocupa o entristece, todos reaccionamos más o menos de manera similar. Hay desánimos, ciertos atisbos de depresión, inconformidad, ansiedad. Pero, poco a poco, vamos reponiéndonos, y nuestra fuerza, que parecía habernos abandonado tras ese acontecimiento difícil y retador, comienza a surgir de nuevo. Comenzamos a “superar” lo ocurrido y nos reconectamos con nuestras actividades.
Pues bien, esa capacidad para recuperar nuestro estado original tras un hecho que lo alteró, a veces en grado sumo, es la que ahora se viene conociendo como resiliencia, término que proviene de las ciencias exactas –física, química- y que se ha incorporado al lenguaje de la psicología. Hasta hace unos años, la palabra en español que podría haber correspondido a esta clase de reacciones humanas habría sido “tenacidad” pero una combinación del cruce de conceptos en búsqueda de acotar definiciones con la adaptación permanentes de palabras en inglés por parte de diversos especialistas ha traído al castellano este nuevo vocablo que, al parecer, llegó para quedarse.
Ser resiliente es una capacidad que tienen todos los seres humanos, algo que se puede ser más o menos. Y ello depende de nuestra formación emocional, nuestra autoestima y otra serie de características cuyo cultivo se inicia, necesariamente, en la etapa escolar. En estos tiempos de pandemia, la resiliencia es una de las cosas que más nos recomiendan y es bueno que sepamos más sobre ella.
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EL DATO
Principales características de la persona resiliente:
- El autoconocimiento y la autoestima: La persona con mayor conocimiento de sí misma y de la realidad, puede procesar y elaborar más eficazmente los traumas y los factores estresantes.
- La empatía: La empatía es la capacidad de entender al otro y ponernos en su lugar, comprender sus sentimientos, a través de comprender los propios. Es un hábito resiliente que nos permite, por ejemplo, separar pensamiento de acción, cuando nos sentimos enfadados con alguien querido.
- La autonomía: La creencia de que uno puede influir en lo que sucede a su alrededor, perdiendo el temor a que las cosas suceden por injusticia o causas ajenas a nuestro control.
- El afrontamiento de la adversidad: Ser capaces de reírnos de la adversidad y sacar una broma de las situaciones difíciles nos ayuda a superarlas y mantenernos fuertes y optimistas ante la incertidumbre. Evitar la queja constante.
- Conciencia del presente y optimismo: Las personas más resilientes tienen el hábito de vivir en el aquí y ahora, el presente, sin que las culpas del ayer o la incertidumbre del futuro le enturbie el momento que están experimentando.
- Flexibilidad combinada con perseverancia: Esta meta les da la fuerza interior para responsabilizarse de perseguir, con flexibilidad y sin obstinación, sus objetivos. Es muy valiosa la capacidad de escucha, las personas que nos rodean pueden tener información que complementa la propia y en alguna ocasión pueden servir de guía para nuestras metas o proyectos.
- Sociabilidad: Las personas con resiliencia saben cultivar y valorar sus amistades. Generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
- Tolerancia a la frustración y a la incertidumbre: Una forma de ganar seguridad en nosotros mismos y vivir con menos tensión emocional es precisamente, aprendiendo a lidiar con la incertidumbre, para que nos cause el menor malestar posible.
Fuente: AreaHumana.es
ES UNA INFORMACION PRECISA ,COMPRENSIBLE Y APLICABLE EN NUESTRA VIDAS
Resiliencia, es la capacidad q’tiene un ser
humano, para reponerse ante las situacio
nes adversas y las emociones negativas,
es la fuerza interna q’ mueve a una persona
para superar traumas y sobrellevar un mal
período.