Estimados docentes: Estar conectados permanentemente a la internet y las redes sociales es hoy lo más normal del mundo. Podemos mantener contacto con muchas actividades, diálogos con varias personas, al mismo tiempo, mientras caminamos hacia el trabajo, salimos a hacer ejercicio o preparamos nuestros alimentos en casa. Hablar de temas diferentes, mostrar ánimos distintos, jugar con unos, trabajar con otros y hasta coquetear con otros, a la vez y en “tiempo real”.

Esto puede, por momentos, llegar a confundirnos, si no lo manejamos con prudencia y sentido común. A veces, mostramos en redes sociales una forma de ser que no necesariamente somos capaces de sostener en una interrelación real, presencial. Esto porque las redes, así como nos acercan a muchas personas y situaciones de manera simultánea, despersonalizan la comunicación a tal extremo que desarrollamos identidades diferentes, disociadas.

Sostener un comportamiento único no es posible para el ser humano en ningún caso, ya que somos constantemente influenciados por nuestros afectos, entornos sociales, cultura, educación e intenciones hacia algo o alguien. Por eso la despersonalización o mecanización de las comunicaciones virtuales pueden convertirse en un riesgo ya que, al no estar alerta de las reacciones o entornos que rodean a los demás –solo vemos una imagen fija o en movimiento limitada a la pantalla, o líneas y dibujos (emoticones, emojis) en un cuadro de texto- perdemos esa capacidad de establecer una personalidad para adoptar varias pero de forma vacía, sin mayor responsabilidad emocional.

Por eso la orientación, el autocontrol y evitar el exceso de tiempo conectados es importante para cuidar nuestra identidad en redes.

EL LINK

https://retina.elpais.com/retina/2019/03/05/tendencias/1551788519_421077.html

EL DATO

  • La tecnología bien aplicada nos ayuda, por ejemplo: a organizarnos mejor, a aprender cosas nuevas, a llevar registro de nuestras metas y avances personales o a acortar distancias con amistades o familiares.
  • Sin embargo, la otra cara de la moneda es que, al no ser conscientes, podemos bombardearnos de información dañina, estresante o buscar situaciones en las que estemos expuestos o en riesgo.
  • Las universidades registran cada vez más casos de depresión y ansiedad que están directamente ligados al uso de redes sociales.
  • Según la Asociación Mexicana de Internet, 82% de los usuarios conectados a internet están activos en alguna red social, siendo ésta la actividad principal en Internet por encima del mailing y la búsqueda de información. Además, según la última investigación de hábitos en Internet, se registró que, en México, las personas pasan en promedio ocho horas al día conectados (es decir, una jornada laboral), siendo el momento de la comida y el final del día las horas de mayor tráfico.
  • Esto significa que, sin importar si nos encontramos solos o acompañados, estamos online, entonces ¿en dónde queda tiempo para la intimidad conmigo mismo y mis relaciones?

Fuente: Anahuac.mx

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  • En Internet, podemos hablar de temas dife
    tentes, etc, para no confundirnos, debemos
    manejarlo con prudencia, porque las redes a veces despersonalizan la comunicación q’
    desarrollamos identidades diferentes, es un riesgo, por eso la orientación, el autocon
    trol y evitar el exceso de tiempo conectado
    es importante cuidar nuestra identidad.

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