Estimados docentes: Al quedarnos en casa, tanto nosotros los docentes como nuestros alumnos están experimentando situaciones nuevas, que merecen de nuestra tolerancia, reflexión y capacidad de adaptación para que se traduzcan en aprendizajes nuevos que sirvan para los lineamientos de convivencia que hoy rigen en cada hogar y colectivo social, a partir de las restricciones impuestas por el coronavirus y sus nocivos efectos.
Estas situaciones –el encierro, la imposibilidad de salir de visita o de diversión, las largas horas que debemos compartir con personas a las que solo veíamos al final de cada jornada- pueden generar, en ciertos casos, cuadros de ansiedad, desánimo y hasta mal humor, provocando discusiones en el interior de los núcleos familiares. Puede que no sean graves pero sí afectan el desarrollo emocional cotidiano debido al cambio que ha dado nuestra vida cotidiana. Eso trae a colación el tema de hoy, que trata acerca de cómo manejar las reacciones emocionales y el valor de la conversación entre personas.
La tecnología, las redes sociales, nos alejaron paulatinamente del contacto personal directo. Por eso ahora que la pandemia nos empuja a compartir todo el día con personas de verdad, así sean de tu familia y no los percibas como extraños, resulta en algunos casos difícil de manejar. Los niveles de confianza, consideración, empatía, tolerancia y cariño por el prójimo más cercano a nosotros son puestos constantemente a prueba y buscan sacar lo mejor de nosotros.
Por eso es bueno siempre conversar. Y si es necesario discutir, a niveles que no trasgredan el respeto y el cariño por quienes nos acompañan, es mejor hacerlo y no guardar rencores ni someternos al silencio, que muchas veces es más dañino. Las familias pueden llegar a cohesionarse más en tiempo de pandemia, si es que aprenden a manejar mejor estos pequeños retos emocionales que son muy normales pero que deben ser gestionados de forma inteligente, madura y sensible, para evitar que se conviertan en problemas reales.
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EL DATO
- No será fácil para los padres y madres que tengamos que compaginar el teletrabajo con la dedicación a los hijos/as. Para ello, podremos hacer un plan diario o semanal de trabajo, turnarnos los horarios entre la pareja, crear espacios físicos para cada uno y hablarlo con ellos. Esto facilitará la comprensión de la situación diaria y ayudará al niño/a a anticipar cada actividad del día y sabrá cuándo su padre o madre podrá dedicarle ese tiempo especial que el niño demande.
- Hablaremos con los niños/as con naturalidad, contándoles lo que está sucediendo y dándoles una información clara y adaptada a su edad. Evitaremos la sobreexposición a las noticias de la TV, ya que pueden generarles más miedos que conocimiento sobre la enfermedad. Podemos crear espacios adecuado para ellos en los que comentar lo que conocen sobre el virus, qué es lo que se imaginan, que puedan dibujar sus ideas, representarlas con plastilina, escribiendo una historia en forma de cuento, de cómic. Podemos hacerlo con ellos y hablarlo mientras lo expresan.
- Hablaremos con ellos para cambiar su frustración ante la percepción del “fastidio” de no poder salir a la calle o ir con los amigos, por la idea de que es nuestro sacrificio personal el que va a ayudar al bien de que sus amigos no se enfermen, que con el esfuerzo de quedarnos en casa estamos en una “misión especial de salvar vidas” y esto es esencial para todos los que nos rodean, fomentando así la solidaridad en ellos.
- Les ayudaremos a expresar sus emociones como el miedo, o la tristeza o cualquier sentimiento que les inquiete. Les mostraremos comprensión sobre que es normal sentirse así, lo asemejaremos a que nosotros también tenemos algún rato en los que nos sentimos igual que ellos y lo expresamos. Y después de reconocer esos sentimientos, seguir adelante porque en esta situación tenemos que hacer y dar lo mejor de nosotros con nuestro esfuerzo. Con los más pequeños, podemos dibujar caras o utilizar pegatinas y, ayudarles a contener sus rabietas mostrándoles nuestra tranquilidad y acogiendo esos momentos que sin duda aparecerán. También podemos usar sus juguetes favoritos. Más adelante se recomiendan algunas publicaciones y cuentos que pueden facilitarnos el diálogo.
Fuente: Cardiopatías Congénitas
Toda acción q’ realizamos, ya sea física o mental, genera una emoción, controlarlas, es importantisimo, positivas y negativas, se
rena la mente y nos permite decisiones, por
eso, es bueno siempre conversar, y si es ne
cesario discutir a niveles q’ no trasgredan el
respeto, el cariño, por quienes nos acompa
ñan, mejor hacerlo y no guardar rencores.