Estimados docentes: El año 2021 está a solo dos meses y medio pero aun hay muchas brumas en el camino que nos toca recorrer. A diferencia de años anteriores en que todo ya estaba claro –sabíamos que salíamos de vacaciones en diciembre para, después de dos meses, o tres dependiendo del sector, volveríamos a las aulas con nuestros proyectos pedagógicos bajo el brazo, nuestros formatos de registro, nuestros planes enmarcados en las competencias y capacidades del currículo, establecidas sobre la base de una educación 100% presencial.
Este cambio 2020-2021 no será así, desde luego. La pandemia nos obligó a cerrar las escuelas, clausurar nuestro espacio físico por naturaleza, en el que interactuábamos a diario, cinco días a la semana, con alumnos de distintas procedencias, y paralelamente al aprendizaje formal de cursos, materias y proyectos, ellos crecían delante de nosotros, dándonos pie a contribuir a su formación integral. El contacto, la conversación, la solidaridad entre compañeros y colegas. Todo eso dejó de ocurrir este año y fue cubierto por sesiones de zoom, educación a distancia, pantallas e internet.
¿Qué nos espera el 2021 entonces? Tenemos mucho por reflexionar e integrar a nuestro ADN docente, acostumbrado desde siempre a otras cosas. Debemos ser tolerantes, de mente fresca y abierta, responsables de nuestra preparación personal y académica, para desempeñarnos bien en el ambiente incierto que tendrá la educación los próximos quince meses. En el mundo entero se habla ya del “sistema educativo híbrido” –presencial y virtual combinados- pero eso, más allá de ser una creativa y precisa descripción, exige también que la sociedad en su conjunto entienda que la vida ha cambiado. ¿Cómo educamos de manera diferente si otros sectores de la actividad humana siguen pensando que las cosas van a volver a ser como antes?
EL LINK
EL DATO
El futuro escolar post-pandemia
- Muchos imaginan la «nueva escuela» post-pandemia con un sistema híbrido, es decir, uno que combina educación presencial y a distancia, entendiendo esta última fundamentalmente como educación virtual (en línea).
- Esta fue, de hecho, una de las «Nuevas directrices para la reapertura segura de las escuelas» elaboradas por UNESCO, UNICEF, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Banco Mundial en abril de 2020.
- No obstante, los sistemas escolares tampoco están preparados para la educación virtual ni en términos de equipamiento ni en términos curriculares, pedagógicos y de capacitación docente.
- La fenomenal crisis económica que ha instalado y dejará el coronavirus en el mundo, la cual se perfila como una recesión global con gran pérdida de empleos y retrocesos importantes en los avances logrados en las últimas décadas en torno a la pobreza y la pobreza extrema, indican que no habrá recursos suficientes para tratar de universalizar los recursos digitales en lugares donde nunca llegaron en épocas de relativa prosperidad económica.
Fuente: Blog Otra Educación
Yong Zhao, erudito, conocido en temas de
tecnología en la educación, advierte q’ la
educación en línea no es propicia para ofre
cer instrucción de alta calidad…Scheleicher:
educar, para el futuro, armonizar la inteli
gencia artificial de los ordenadores, con las
capacidades cognitivas, sociales, emociona
les y los valores de los seres humanos.