Estimados docentes: Como se viene diciendo desde hace varios meses, uno de los efectos más grandes de esta pandemia que anuló la normalidad del año 2020 –y que también lo hará, como parece indicar todo, el 2021- es la afectación a la salud mental de las personas. En distintos niveles, factores como el trabajo a distancia, la educación virtual, la pérdida de empleos y quiebre de actividades económicas normalmente productivas y rentables, el miedo al futuro, el confinamiento y la reducción de interacción con otras personas y espacios que no sean los de la familia directa, ha traído angustias, pesares e incertidumbres en el mundo entero.
Hay estudios muy serios que dan cuenta del aumento de discusiones menores, desacuerdos seros, separaciones temporales (dentro y fuera del hogar) y hasta divorcios, pues estas nuevas condiciones de vida han generado inesperadas situaciones en hombres y mujeres, parejas, niños y adultos. La salud mental es patrimonio humano y es transversal a las edades, sexos, niveles de instrucción y capacidades económicas. Por eso es importante mantener la calma, ser empático, honesto y tolerante frente a nuestra propia situación y frente a la de los demás.
Por supuesto que esto también afecta directamente a la educación, a los maestros en específico. Los cambios radicales en el desempeño docente, tanto en lo académico como en lo administrativo y laboral, que ha impuesto la pandemia genera también estrés, ansiedades, nerviosismos. Necesitamos tener presente esto para saber cómo manejar esas emociones negativas y sacar lecciones de las mismas. Negarlas no es la salida. Afrontarlas y superarlas, en equipo con colegas, familiares y estudiantes es fundamental para aprender a vivir armónicamente en esta nueva normalidad.
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EL DATO
- Es primordial recalcar que salud emocional y salud corporal son dos caras de una misma moneda, como lo son mente y el cuerpo, tal como lo marcan los trabajos centrales de las neurociencias. La emoción es una reacción del cuerpo, con una finalidad, no es buena o mala, simplemente es. Luego se puede calificar como «positiva» o «negativa», pero eso es a posteriori, en su esencia todas las emociones (ira, asco o alegría) son iguales, reacciones corporales frente a estímulos del medio, externo o interno.
- La educación emocional apunta al desarrollo de competencias emocionales que contribuyan a un mejor bienestar personal y social. Repercute también en una mejora del proceso de aprendizaje curricular. Para poder enseñar algo es necesario poder tener un manejo de eso.
- A diferencia de lo que pasa con una materia curricular, la educación emocional implica más que un manejo teórico, involucra el manejo de las propias emociones y este punto no es trabajado en la formación curricular del docente. La importancia de este buen manejo es fundamental, ya que como indican las neurociencias, el aprendizaje requiere el modelado del otro. En el caso de aprender a regular mis emociones el modelo que me brinde el otro será «la lección» a aprender.
- La educación emocional es esencial para el desarrollo pleno del ser humano. Entendemos que es la acción más lógica por llevar adelante desde cualquier Estado, ya que repercutirá en una mejora de la calidad de vida de toda la población. Problemáticas sociales diversas como violencia, consumos problemáticos o suicidio y otras no tan evidentes, pero con gran repercusión en nuestra salud como enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad; así como la adhesión a cualquier tratamiento médico, requieren un adecuado manejo de las emociones.
- La educación emocional desborda el ámbito educativo para participar en la prevención primaria en salud, la prevención de la violencia y la mejora en la calidad de vida. Sobre este punto descansa la convicción de nuestro trabajo como formadores.
Fuente: EducaWeb.com
La salud mental, es del ser humano y es
transversal a las edades, sexos, niveles de
instrucción, economía, por eso es importan
te mantener la calma, frente a nuestra pro
pia situación y a la de los demás. La educa
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tivo, en la prevención de salud, violencia y
mejora en la calidad de vida.