Estimados docentes: Hace unas semanas, una tierna noticia apareció en diversos portales web de los Estados Unidos. Como todos los años, una de las primeras actividades que marcan el inicio de la temporada navideña es la instalación de un enorme árbol de Navidad en medio de la concurrida plaza conocida como Rockefeller Center, ubicada en el corazón de Manhattan, New York. Para ello, cada año se traslada un abeto (o pino) que es escogido desde alguno de los tantos bosques estadounidenses para ocupar su lugar de privilegio en la Gran Manzana.
Este año ocurrió algo particularmente curioso. Una vez que colocaron el árbol en su base para iniciar su preparación y adorno navideño, los trabajadores descubrieron que un pequeño búho se había quedado entre las ramas del árbol. El simpático animal había recorrido 270 kilómetros entre Oneonta (Alabama) y New York. De inmediato se encargaron de él personal experto en cuidado de aves silvestres para revisar su estado de salud, alimentarlo y, eventualmente, devolverlo a su hábitat natural. Esto último ocurrió hace unos días, en que el búho viajero fue trasladado de regreso a su verdadero hogar. Por cierto, los estudios demostraron que se trataba de una búho hembra, y fue bautizada como Rockefeller. O más amigablemente, Rocky. Su imagen circuló en redes sociales causando asombro y ternura.
Pero ¿qué tanto sabemos de los búhos? Estas aves rapaces son de las más enigmáticas y diversas (existen más de 200 especies).
Si quieren saber más de este enigmático animal, vea este documental producido por la Televisión Española.
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EL DATO
- Los búhos son famosos por su visión. Con su gran capacidad para detectar y capturar pequeñas presas incluso en las noches más oscuras, no poseen globos oculares redondos como nosotros. En cambio, son alargados y se encuentran asentados en «anillos escleróticos», una estructura ósea en el cráneo. Los búhos tienen una visión binocular similar a la de los humanos, ya que los ojos están orientados hacia el frente, lo que les brinda (y a nosotros) una gran capacidad para juzgar la altura, el peso y la distancia. Sin embargo, mientras que los humanos tienen un campo de visión de 180 grados, con aproximadamente 140 grados de visión binocular, los búhos solo tienen un campo de visión de 110 grados con aproximadamente 70 grados de visión binocular. Lo que les falta en la visión binocular lo compensan con su visión nocturna legendaria y su visión de futuro.
- Los búhos cornudos (Bubo virginianus) -que no tienen cuernos- pueden nadar con sus poderosas alas. También conocido como el búho americano, es capaz de deslizarse nadando hacia la orilla por si accidentalmente se moja, en vez de intentar volar con las plumas mojadas. Al llegar a la orilla, el búho mueve enérgicamente sus plumas para secarlas antes de alzar de nuevo el vuelo.
- Los búhos poseen un cuello impresionante. Cuentan con 14 vértebras en el cuello, que es el doble del número que tenemos los humanos. Esta anatomía única ayuda a los búhos, como el búho barrado (Strix varia) nativo de Norteamérica, a girar su cabeza 270 grados. ¿Cómo es posible? Sus vértebras tienen orificios que son aproximadamente 10 veces más grandes que las arterias que transportan la sangre de los animales. Con tanto espacio de maniobra, las arterias pueden pasar fácilmente a través de los orificios vertebrales permitiendo este llamativo giro de cabeza. Además, hay que tener en cuenta que los búhos no pueden mover sus ojos fácilmente, por lo que necesitan girar el cuello para ver lo que hay alrededor.
- El búho más grande registrado era el búho gigante de Cuba (Ornimegalonyx), que se encuentra extinto. Este búho corredor gigante vivía en la isla de Cuba y los expertos no están seguros de si el búho de 1,1 metros de altura era capaz de volar. Sin embargo, sus piernas largas y potentes indican que era un corredor de elite. Si pudiera volar o planear, habría sido una de las aves más grandes que el mundo jamás haya visto sobre el cielo. Se alimentaba de perezosos y roedores ahora extintos conocidos como jutias.
Fuente: MuyInteresante.es
La misteriosa vida de los búhos, los estu
dios han demostrado q’era un pequeño b’u
ho, q’se encontró en las ramas del árbol de
Navidad, q’se trataba de una hembra y que
fue bautizada como Rockefeller o Rocky, es
un ave rapaz q’ habitan en las zonas más
frías del planeta, fue liberado y regresó a su
casa en la naturaleza, fue un éxito, ella senti
ra’ amor y apoyo durante su viaje.