Día de la Mujer: Historia y actualidad

Estimados docentes: Como cada 8 de marzo, este lunes se celebra en el mundo el Día Internacional de la Mujer, una fecha en la cual es necesario recordar a todas aquellas mujeres que padecen de extrema pobreza, maltrato físico y psicológico, discriminación y abuso sexual, entre otras prácticas execrables de un mundo que, en gran parte, está aun controlado por la égida masculina.

Y aunque estos casos extremos nos puedan traer a la mente a las sociedades orientales más extremas, en realidad no tenemos que mirar muy lejos para darnos cuenta que, en pleno siglo 21, muchos seres humanos de sexo femenino viven al filo de la navaja, en condiciones infrahumanas.

Basta recorrer los caseríos y zonas alejadas del interior del país, o tomar un taxi hacia zonas marginales y deprimidas de nuestra ciudad capital para encontrarnos con situaciones en donde la dignidad de la mujer no es tomada en cuenta. Ver la historia del Día de la Mujer aquí.

Vivimos en una época en que la mujer cuenta, en especial en las culturas occidentales, con condiciones para su desarrollo que hasta hace relativamente poco tiempo, cincuenta o sesenta años atrás, eran imposibles. Gobernantes como Angela Merkel (Alemania, 66 años) o activistas medioambientales como Greta Thunberg (Suecia, 18 años) son solo dos ejemplos de una larga lista de mujeres que influyen, de manera positiva y revolucionaria, en el mundo, por sus ideas y sus conductas. Eso no puede ser más que una buena noticia para la humanidad.

Sin embargo, aun en estos tiempos, vemos que hay sectores que atacan, tanto a Merkel como a Thunberg, tratando de denigrar su condición de mujeres por temores ideológicos, conveniencias políticas o simple machismo encubierto en cualquier otra razón. Han pasado muchas décadas y muchas mujeres brillantes han pasado por el mundo como para que sigamos, como colectivo social, tan atrasados en la aceptación de que una mujer, como un hombre, tiene derechos, deberes y capacidades suficientes para estudiar, trabajar, gobernar, cambiar el status quo.

Pero quizás la máxima enemiga del concepto de mujer que merece respeto no sea la postura masculina/machista, aun persistente en varias sociedades (y no solo medio orientales). Hay cierto tipo de mujer, de alta popularidad y fama, la “mujer moderna”. Esa que vende su imagen como objeto sexual para recibir a cambio mucho dinero y adulación, a través de lo cual logra una independencia económica que le permite, incluso, denigrar al hombre opresor, contribuye a que, tras las bambalinas de las noticias de espectáculos, se destruya todo el camino ganado por políticas, filósofas, escritoras, músicas, artistas, actrices, deportistas, pilotas de avión y científicas a lo largo de la historia.

Y lo peor es que, actualmente, son esa clase de personajes –Shakira, Jennifer López, cualquier reggaetonera que se le ocurra, estimado maestro lector- las que se convierten en modelos de éxito para millones de jóvenes mujeres en el mundo entero. Una problemática que, de no ser moderada a tiempo, causará serios problemas, algunos de los cuales ya están ocurriendo (acoso y abuso sexual, cosificación, embarazos no deseados, feminicidios).

Vea el interesante punto de vista de la educadora, escritora y activista mexicana Gloria Álvarez haciendo click en este enlace. AQUÍ

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EL DATO

• Desde el momento de su nacimiento las mujeres han soportado, a lo largo de la historia, el infortunio de ser discriminadas, reprimidas y eliminadas por una infinidad de razones determinadas por quien ostentaba el poder y la mayor fuerza física.
• Luego, con los albores de la modernidad, la mujer pasa a ser sujeto de utilidad para las tareas de la casa, de las granjas, de los campos de cultivo, de la guerra, etc. En pocas palabras, las mujeres se hicieron necesarias para llevar adelante toda clase de tareas al servicio de los hombres de su sociedad. Son pocos los casos en los que esto no haya funcionado así, excepciones que casi siempre han tenido que ver con las líneas de sangre transmitidas a través de la madre.
• La mujer de un mundo evolucionado, debe tener derecho a escoger su destino basada en las oportunidades apropiadas, estas deben provenir de formarse en un clima de armonía y estabilidad familiar que moldee su carácter y su emotividad, de manera tal que pueda abrirse paso en la vida conforme a sus ideales y sus valores éticos.  Una vez fortalecida en estas bases, las conquistas laborales, la búsqueda de la equidad y el lugar que merece en la sociedad serán parte de esa agenda permanente que nos llevará a una convertirnos en una mejor sociedad.

Fuente: Blog Derrama Magisterial