Estimados docentes: Aquellas personas que hoy tengan de 45 años para arriba seguramente recuerdan que la música que se escuchaba en radios y televisiones durante su niñez y adolescencia (no había, desde luego, internet ni nada que se le pareciera) no se parecía casi en nada a lo que hoy consumen nuestros niños y adolescentes, nuestros hijos y alumnos. Claro, existía la salsa, el merengue y el techno-pop, muchos géneros que hoy son utilizados para armar ese rompecabezas deforme y de segundas (y hasta terceras intenciones) que es el reggaetón, la bachata y afines. Pero ni las canciones ni los videos más sugerentes, por usar un término, no alcanzaban los niveles de agresividad y lenguaje explícito de la actualidad.
En las radios, nuestras madres escuchaban baladas románticas que, ya entrados los años ochenta, eran en su gran mayoría de otras épocas, y que llenaban nuestros oídos de historias para adultos –romances, desilusiones, encuentros furtivos- pero contadas en letra y música, con cierto aire de respeto y elegancia, cierto toque literario en sus extremos más sutiles. Y una madurez inusitada que, al tener esas edades, aun no entendíamos del todo pero terminábamos asociando a nuestras primerizas historias de barrio, fiesta y graduación.
Mientras tanto, en la televisión, algunos canales de Latinoamérica recibían otro tipo de material musical que nos ponía en contacto, a manera de microprogramas, con algunas de las melodías y compositores más famosos del universo de la música clásica. En cuatro o cinco minutos, podíamos ver paisajes europeos –montañas, castillos, plazas, calles, ríos- con subtítulos (como en el cine) con descripciones de lugares, personajes, épocas del pasado. Y aprendíamos sin estar en el colegio. Ese programa se llamaba Álbum Musical del Mundo y lo producía la cadena de televisión NHK del Japón. En cada capítulo se activaban todos estos aprendizajes múltiples que hoy, para muchos de aquella generación, fueron las puertas de acceso a una música espectacular, que eleva el espíritu.
EL LINK
https://recuerdosdelpasadofull.blogspot.com/2014/01/album-musical-del-mundomelodioso.html?m=1
EL DATO
- Idiomas, historia, turismo, literatura, pintura, valores barriales, relaciones románticas, matemáticas, costumbres de otros países, ciencias exactas. Todo esto –y más- se puede aprender escuchando música.
- Puede ser un bolero, una salsa, un heavy metal, una sinfonía clásica, una música de cámara. Puede ser una percusión africana, una raga de la India, un huayno peruano, un rock finés. La riqueza musical del mundo, al alcance hoy a través del YouTube, a solo un clic de distancia, nos facilita la exploración por aquellos géneros musicales que se han desarrollado por todas partes.
- Con un poco de curiosidad y la orientación adecuada, podemos hacer que nuestros estudiantes dejen un rato el reggaetón y se sumerjan en esta enciclopedia que es la música de verdad.
Fuente: Blog Derrama Magisterial
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