Estimados docentes: Educar con ternura parece imposible en el nivel Secundaria, puesto que los rigores de la adolescencia hacen que los alumnos desarrollen de manera muy natural actitudes de rechazo a aquello que se presente como “infantil”. Y en Primaria, sobre todo en estas épocas, se hace cada vez más difícil ganarse a los alumnos a través del afecto. En lugar de eso, las tabletas y los programas de televisión parecen ser más eficaces para lograr una conexión, una cercanía con estudiantes que son obligados a crecer cada vez más rápido, lo cual trae como consecuencia que adopten posturas “adultas” antes de llegar a los 12 años.
Entonces solo nos queda la Educación Inicial para aplicar la “ternura” en términos estrictos. El contacto físico, el cariño, el afecto expresado en palabras suaves, acariciadoras, e incluso aquellas formas de interacción que se harían más entendibles o normales entre padres e hijos, abuelos y nietos, son insumos básicos para los maestros y maestras de Inicial. Si el infante trasunta por este nivel de enseñanza lo suficientemente entrenado en ternura, podrá aceptar la empatía y la psicología escolar de los niveles siguientes con mayor fluidez.
Si en Cuba la educadora Lidia Turner Martí es la principal referencia de la Pedagogía de la Ternura, en el Perú tenemos al sacerdote, educador y filósofo limeño Alejandro Cussiánovich Villarán, como principal promotor de esta propuesta educativa que busca reconectarse con la emocionalidad del escolar. Dice el maestro: “La ternura, en particular en el ámbito familiar, está llamada a convocarnos en torno a otros paradigmas de las relaciones sociales, de la vida interpersonal.
Pero muy en especial, la ternura debe ser entendida como una virtud política, como un componente insoslayable de nuestra práctica educativa familiar, profesional, sea cual fuere esta. Ciertamente que de ello dependerá que con menos desgarramientos logremos que la vida familiar, escolar, comunitaria exprese el eros pedagógico y el ágape convivencial, necesarios para construir sin pausa identidad, responsabilidad social y solidaridad”.
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EL DATO
- Cuando la pedagogía encuentra a la ternura se vuelve poderosa. La relación pedagógica entre un maestro y sus alumnos es primero y fundamentalmente una relación entre seres humanos, y por tanto afectuosa. En épocas de sufrimiento y de incertidumbre como las que vivimos hoy en nuestro país y el mundo, más aún.
- El clamor de los maestros para que las autoridades confíen en ellos es inmenso y crece. Ellos han hecho todo lo necesario para ganar esa confianza, nos han dado una demostración de ejercicio de ciudadanía.
- Con seguridad trabajan más que antes, están enfrentando un desafío inmenso de aprender, a paso de polka, a moverse en la educación a distancia con Aprendo en Casa y, además, le encuentran lo bueno
Fuente: Nuestra Bandera.com
Buenos días.
Para tener hombres y mujeres de bien y exitosas, hay que tratarles con amor.
Interesante la lectura de la pedagógica de LA TERNURA. Felicitaciones.
Estimado Segundo, buenos días. Muchas gracias por leer y comentar nuestros contenidos. Esperamos que los pueda compartir con sus contactos, colegas e interesados en esta clase de temas. Estamos también en Facebook como https://www.facebook.com/baul.docente
Saludos,