Estimados docentes: Nada más conmovedor durante las fiestas patrias de cualquier país que ver a un conjunto de niños y niñas, alumnos de colegio, entonando a voz en cuello el himno nacional, la canción que identifica a su nación. Este aprendizaje, inicialmente memorístico, es el comienzo de un camino hacia la consolidación de uno de los valores fundamentales para la formación integral de un ciudadano de bien: el amor a la patria.
En estos tiempos de globalización y desaparición de fronteras, donde cientos de artistas influyentes -no hablo de superficiales “influencers”- han establecido el concepto de “ciudadano del mundo” como parte de un individuo nuevo, de mente abierta que no se circunscribe a la pertenencia a un solo país, hablar de profundos amores a la patria suena anacrónico, desfasado. Si un político, por ejemplo, aparece en televisión diciendo que hasta en sueños ve una patria libre y solidaria, que su pecho se hincha de emoción cuando piensa en su país y que daría la vida por él, lo que genera en el público es un altísimo nivel de desconfianza. Salvo que sea alguien con formación castrense o policial (y esto tampoco es garantía al 100%), el patriotismo parece haber desaparecido.
Por eso es bueno preguntarnos qué buscamos cuando emprendemos la tarea de formar a las nuevas generaciones esta noción y sentimiento de “amor por la patria”. ¿Formar futuros soldados o construir personas de bien que cuiden su ciudad, sus plazas y avenidas, que admiren a sus músicos, artistas, que respeten y conozcan sus lugares emblemáticos, que no crezcan pensando que volverse un político, un empresario o una estrella de farándula sin escrúpulos es válido para obtener riqueza o estatus social?
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EL DATO
- Cada vez que llegan estas fechas de Fiestas Patrias, sobreviene un tema que a muchos nos lleva a la reflexión e incluso al debate: ¿Cómo se debe enseñar a los niños y jóvenes el amor a la Patria? ¿Es positivo infundir sentimientos patrióticos en los alumnos? ¿Es posible darles esta enseñanza, a pesar de que hay carencias y dificultades que muchas veces nos limitan en la jornada diaria?
- Otro punto a resaltar es que nuestros alumnos deben aprender que el amor a la Patria se expresa en cada cosa que hacemos en nuestro día a día. Si somos honestos, si trabajamos con dedicación desde el puesto que tengamos, si somos solidarios y cuidamos nuestro patrimonio, estamos amando al Perú incluso más que cuando lo decimos o lo evidenciamos con carteles, banderines o afiches que dicen Te Amo Perú en internet.
- Los maestros peruanos que amamos y hacemos respetar a nuestro país, lo hacemos con las armas más sublimes, que son la educación y el progreso. Porque sabemos lo que significa querer al suelo que nos vio nacer somos comprensivos con las personas de otra nacionalidades, no alimentamos odios, ni incitamos a la violencia, enseñamos a nuestros niños a dejar en alto el nombre del Perú.
Fuente: Blog Derrama (Perú)
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