Estimados docentes: Evaluar en tiempos de educación híbrida constituyó uno de los desafíos más grandes para los magisterios del mundo durante la pandemia. Si normalmente las actividades de evaluación suelen generar más de un dolor de cabeza entre los docentes, por los enfoques modernos y las tendencias integradoras que ya no ven a esta etapa como una parte final sino como un proceso continuo ligado al aprendizaje mismo, hoy proponen una nueva forma de encararla, pues ya no solo se trata de examinar y calificar sino de consolidar el terreno para los siguientes pasos del alumnado en su camino a la formación integral.
Por eso, cuando hablamos de evaluación formativa, debemos ubicarnos en el centro mismo del proceso enseñanza-aprendizaje, pues en cada paso de la evaluación, alumnos y docentes están también aprendiendo juntos respecto del avance de cada estudiante, sus fortalezas y debilidades, con la finalidad de encarar con éxito los próximos momentos de la vida escolar. Este tipo de evaluación sí califica pero no de manera terminante, sino de forma que se convierta en una herramienta de seguimiento para el año o grado posterior.
La evaluación tradicional, con su sistema de juicios valorativos, notas aprobatorias y desaprobatorias, promueve el esquema del premio y del castigo. Siendo necesarias estas estrategias, no son -en la evaluación formativa- el fin supremo de la evaluación de los alumnos, sino una medida cuantitativa que nos permite, como orientadores del aprendizaje, reforzar en aquellas áreas que sea necesario, según el progreso de los alumnos, en aras de un desarrollo integral según competencias y capacidades.
EL LINK
http://blog.tiching.com/la-evaluacion-formativa-la-escuela/
EL DATO
- La manera en que se evalúa ha ido modificándose con el paso del tiempo, hasta hace algunos años se reducía a formular juicios para asignar una calificación, mientras que en la actualidad se le considera como un proceso ligado estrechamente a la enseñanza y al aprendizaje.
- Así pues, la evaluación formativa se centra en evaluar procesos, no resultados, tiene una función orientadora y de apoyo, y permite obtener información para mejorar, tanto el aprendizaje de los alumnos, como la enseñanza impartida.
- Como ya hemos señalado, para que cumpla con el enfoque formativo, la evaluación debe entenderse como un proceso estrechamente ligado a la planeación didáctica, ser permanente, es decir no realizarse solamente al final.
Fuente: Docentes al día.com
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