Estimados docentes: La sociedad cibernética tiene ya algo más de 30 años entre nosotros y sus avances, en esas tres décadas, han sido -sobre todo en los últimos diez- permanente y vertiginoso. Los adelantos tecnológicos, que tímidamente comenzaron a manifestarse en los años noventa en situaciones de oficina, actividades económicas, laborales y políticas, hoy forman parte de la vida diaria de todo el mundo, a cualquier edad y en cualquier actividad.
La educación y la actividad docente no han estado al margen de esa omnipresencia tecnológica. Sin embargo, aun seguimos viendo que existen serias dificultades para muchos profesores cuando se trata de adaptar sus conocimientos y prácticas educativas a la infinidad de recursos tecnológicos y herramientas interactivas que, día a día, aparecen frente a sus pantallas para complementar sus básicas tareas, desde la preparación de clases hasta la elaboración de cuadros para administrar los aprendizajes -evaluaciones, calificaciones, proyectos, agenda de actividades.
Entre las múltiples razones que explican esta dificultad docente de concentrarse en las nuevas tecnologías destaca, desde luego, la brecha generacional. Gran porcentaje de maestros aun en actividad se formaron académica y personalmente en un mundo que hoy ya no existe, un mundo sin computadoras, sin aparatos “inteligentes”, sin redes sociales ni aplicaciones que simulan realidades. Por ello les resultará más complicado incorporar a su desempeño docente toda una serie de tecnologías con las cuales no crecieron.
Otro aspecto importante para entender la separación entre los docentes y el mundo cibernético es que, a pesar de la extensión cada vez mayor de las opciones de interconexión, las herramientas aun no están al alcance de todos los sectores socioeconómicos por lo que es totalmente comprensible que maestros y maestras que no han tenido contacto con la tecnología aprendan a dominarla con la misma rapidez de aquellos que sí viven a diario usando y conociendo internet, redes, apps y demás artilugios del nuevo mundo.
EL LINK
EL DATO
- La incorporación de las NTIC a la educación va a suponer el desarrollo de nuevas funciones en el docente y en el alumnado, facilitando no sólo la obtención de nuevos materiales y la posibilidad de comunicarse con otras personas, sino también posibilitar el aprendizaje on-line y la realización de gestiones administrativas y comerciales.
- La nueva realidad cultural y social que ha producido el desarrollo de las tecnologías presenta una nueva verbalización o terminología que los docentes deben conocer y manejar con soltura, por ello el empleo de las NTIC en todo su potencial dependerá de las posibilidades de uso, disfrute y conocimiento del usuario.
- No obstante, la incorporación de las NTIC presenta tanto ventajas como inconvenientes que han de ser tenidos en cuenta a la hora de pensar en propuestas de formación.
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