Estimados docentes: El ciclón Yaku sorprendió a toda la zona costera del Perú el pasado mes de marzo, con inundaciones causadas por desborde de los ríos -a causa de las intensas lluvias- así como deslizamientos de terrenos montañosos de zonas ubicadas hacia el centro. Estos desastres naturales arrasaron con pueblos enteros cercanos a las riberas no canalizadas, con casas precariamente levantadas tan cerca del río que el paso natural de las aguas terminó destruyendo, ocasionando enormes daños materiales, heridos y pérdidas humanas.
A este paso despiadado del ciclón se suma un aumento considerable de la temperatura -una de las causas de este fenómeno- y lluvias atípicas en esta temporada del año. Para colmo de males, se anuncian desde los servicios nacionales de meteorología la presencia, para los próximos meses, del Fenómeno del Niño, corrientes marinas de altas temperaturas que, cada cierto tiempo, también afectan los climas de sierra y costa peruanas, con riesgo a nuevos sucesos como los descritos previamente, frente a una población que aun no se recupera -está muy lejos de hacerlo, en realidad- de los embates más recientes.
Esta naturaleza embravecida -que también se ha manifestado, por ejemplo, en Turquía con terremotos y lluvias torrenciales; o en España con insoportables olas de calor- son solo dos ejemplos del calentamiento global y los cambios climáticos que están ocurriendo en el mundo entero desde hace décadas. Educar a nuestros estudiantes para que reconozcan estos cambios y noten que son generados por la actividad industrial del ser humano es una de nuestras tareas básicas para generar conciencia entre las nuevas generaciones sobre la importancia de mitigar esos efectos con actos cotidianos como el uso de energía no contaminante, reciclaje y disminución del uso de plásticos, etc. Es una tarea larga que exige paciencia y responsabilidad, en un escenario poco favorable dominado por las industrias que se niegan a reducir sus emisiones en nombre de la permanencia de sus negocios.
EL LINK
https://ojo-publico.com/4355/eventos-climaticos-extremos-seran-frecuentes-no-reducir-emisiones
EL DATO
- La educación es un factor esencial en la cada vez más urgente lucha mundial contra el cambio climático. Los conocimientos relacionados con este fenómeno ayudan a los jóvenes a entender y abordar las consecuencias del calentamiento del planeta, les impulsa a modificar sus conductas y les ayuda a adaptarse a lo que es ya una emergencia a nivel global.
- En este camino los expertos apuntan la importancia de empezar a manejar conceptos que, hasta ahora, parecían reservados a los científicos. Hablamos de calentamiento global, efecto invernadero, energías renovables, huella de carbono, deforestación, reciclaje, empleos verdes, impuestos verdes, huella hídrica, alimentación sostenible, etc.
- ¿Cómo llevar la formación ambiental a las escuelas? Además de incluirla como asignatura obligatoria, opción por la que hasta ahora solo se ha decantado Italia en Europa, existen multitud de actividades sobre cambio climático que se pueden desarrollar en los colegios.
Fuente: Iberdrola.com
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