Estimados docentes: Desde hace más de 130 años, la aparición de una bebida azucarada de color negro y burbujeante textura revolucionó la producción de estos productos refrescantes, mitad golosina y mitad líquido para aplacar la sed. Nadie puede negar el influjo cultural que tuvo a lo largo de tantos años y su presencia como parte de la vida cotidiana mundial está muy vigente y aparentemente irrompible. Sin embargo, la industrialización desmedida, los cambios en procesos de elaboración y producción masiva, sumados a las investigaciones médicas que antes no eran capaces de determinar sus verdaderos efectos en el organismo humano, han levantado justificadas olas de preocupación sobre los efectos de su consumo.
A pesar de todo lo que hoy se sabe, los públicos a nivel mundial persisten en consumir de manera exagerada y excesiva de las primeras bebidas gaseosas sino muchos otros productos que se derivaron de ella, algunos para competir de manera directa y otros, de la misma marca, orientados a consumidores con dificultades más evidentes para procesar el azúcar -la famosa línea de productos “light” que ofrecen una menor concentración de azúcar procesada, lo cual también sería una estratagema publicitaria pero sin mucha realidad científica detrás-, lo cual ha demostrado ser un verdadero problema de salud pública.
Los últimos y leves avances legales en diversos países como el Perú -la colocación de octógonos informativos en los que se dice expresamente si un producto industrial tiene altos o muy altos niveles de azúcar, sal o grasas, no son aparentemente suficientes para moderar el consumo de estas bebidas de expendio masivo, debido a su bajo costo y su distribución extendida en, prácticamente, todos los rincones del planeta. La humanidad requiere tomar conciencia del daño potencial que se está extendiendo por la falta de autocontrol y respuestas irreflexivas a la publicidad que hace de estas bebidas las más populares y exigidas por el público. A nosotros, como docentes, nos corresponde ofrecer buena información para contribuir a la mejora de los hábitos alimenticios de nuestros alumnos.
EL LINK
https://agora.uniandes.edu.co/conoce-los-riesgos-asociados-al-consumo-de-las-bebidas-azucaradas/
EL DATO
- Estos refrescos, caracterizados por sus atractivos sabores y unas chispeantes burbujas, se han convertido en unas de las bebidas más consumidas del mundo. Sin embargo, eso no significa que sean buenas para la salud. Todo lo contrario.
- Las bebidas con gas suelen ofrecer un alto contenido en azúcar. En plena batalla contra este ingrediente, son muchas las opciones ‘libres de azúcar’ que han salido al mercado, sin que ello signifique que sean saludables.
- Ante el aumento del consumo de las bebidas gaseosas, principalmente entre el público más joven, son muchos los estudios que se han llevado a cabo con el fin de esclarecer las consecuencias que pueden tener para la salud.
Fuente: Voz Populi.com
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