Estimados docentes: La tecnología sirve, como venimos viendo de manera más contundente con las polémicas relacionadas a los malos usos en los que está cayendo la llamada inteligencia artificial, en muchas ocasiones, para disfrazar cosas. Allí están, por ejemplo, la modificación de fotos usando Photo Shop, la edición trucada de videos e imágenes con la finalidad de difamar a personajes públicos, la suplantación de identidad y documentos, etc.
En ese sentido, hay una herramienta tecnológica en el mundo del audio que también tiene, en paralelo a sus bondades y prácticas positivas, un uso negativo que, en este caso específico además es social y culturalmente aceptado como un adelanto, en todo el sentido de la palabra, de las grabaciones musicales, cuyo uso asegura un perfil de modernidad y posibilidades de ser un éxito comercial por estar tan de moda.
Hablamos del “autotune”, un software que permite alterar y/o corregir tonos y notas mal emitidas para hacer que pasen como afinadas. Como contamos a través del link que hemos seleccionado como lectura adicional a este post, el autotune nació como una forma de generar sonidos robóticos en las canciones populares de inicios del siglo 21 -como fueron en el pasado el vocoder o las talk-box tan usadas en ritmos norteamericanos como el funk y el rock. Pero, al cabo de tan solo una década, se ha impuesto su función como corrector de errores de afinación, por lo que muchos artistas modernos abusan de sus funcionalidades para aparentar que cantan bien.
El autotune, como otras herramientas tecnológicas, puede ser útil en la educación. Por ejemplo, para ofrecer ejemplos de qué es cantar afinadamente y qué no lo es (en YouTube hay muchos ejemplos en los que se revela cómo suenan realmente las voces de artistas de moda cuando cantan sin usar autotune). También podemos armar una clase sobre cómo la industria moderna del entretenimiento usa estos adelantos para sus objetivos.
EL LINK
https://www.elmundo.es/como/2022/01/24/61ee7ab421efa0b8498b4576.html
EL DATO
- La herramienta comenzó a usarse como un corrector del tono en los estudios, para asegurar que ninguna de las notas emitidas por un vocalista estuviera fuera de afinación. Y quizá por ello, durante años, el uso de Auto-Tune se planteaba como un maquillaje imperceptible.
- Al principio, los estudios más importantes de Los Ángeles lo compraron para abaratar los costes de grabación. Las tomas y la posproducción interminables para conseguir una afinación uniforme eran historia. Auto-Tune había desterrado a los cantantes desafinados.
- Parte de los ataques al Auto-Tune vienen de una premisa: la tecnología permite desafinar afinando, ser cantante sin saber cantar. Y puede que no importe, porque el valor de ciertos géneros no reside en sus cualidades musicales, sino en lo extramusical.
Fuente: El Confidencial.com
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