Estimados docentes: Hubo un tiempo en que los teléfonos solo servían para hacer y recibir llamadas. En esa época oscura y remota, nadie podía siquiera imaginar en salir a la calle con un teléfono en el bolsillo. Las casas tenían los teléfonos enchufados a las paredes, como hacía con televisores, cocinas, lavadoras y refrigeradores. Si alguien tenía además un teléfono en el hogar podía considerarse de clase media y alta. Muchísimas casas no podían acceder al servicio y dependían de locales comunitarios o, como sucedía en muchos barrios, el vecino que sí tenía tomaba los recados y, a veces horas después, los hacía llegar -previo acuerdo- al vecino que no contaba con un número propio.

Al no poder llevar el teléfono a todas partes, las personas tenían muy bien desarrollada la virtud de la espera. Por ejemplo, si yo no estaba en mi casa o en mi oficina y una persona me llamaba por teléfono, esa persona jamás podría concretar su objetivo y eso no le generaba ninguna clase de angustia o ansiedad. Simplemente esperaba, a veces no solo horas sino uno o dos días, hasta que su llamada pudiera ser contestada por mí. Si su llamada no coincidía con mi presencia en el lugar donde se encontraba el teléfono, no había firma de que se comunicaran conmigo.

Hoy, los teléfonos no solo son portátiles sino que además hacen prácticamente de todo, al punto de que el hecho de que hagan/reciban llamadas es ya casi una función secundaria. Con un teléfono en las manos, en cualquier lugar, las personas pueden ver películas, escuchar miles de canciones mientras van en el transporte público. Pueden escribir correos, modificar hojas de Excel, revisar sus agendas de contactos, tomar fotos y videos. Pueden jugar, navegar por internet, leer y revisar sus redes sociales. Cuando eso ocurre en ciudades peligrosas de Centro y Sudamérica, el nivel de distracción es tan alto que muchos son víctimas de asaltantes que pueden llegar a quitarles la vida para robar esos sofisticados aparatos telefónicos, mini computadoras de bolsillo.

Por eso bien dicen que, cuando quitaron los cables a los teléfonos de las casas, lo que ocurrió fue que encadenaron al ser humano a esos cables.

EL LINK

https://www.tutelefonia.com/como-eran-los-telefonos-antes/

EL DATO

  • La primera llamada sin cables tuvo lugar en 1973 gracias a Martin Cooper, ingeniero de la empresa de telecomunicaciones Motorola. Durante los años siguientes, los avances tecnológicos permitieron desarrollar los primeros modelos de teléfono móvil, que permitían comunicarse desde cualquier lugar. En ese momento, la llamada podía tener una duración máxima de 30 minutos.
  • Steve Jobs revolucionó la industria del teléfono móvil y las nuevas tecnologías en 2007, cuando se presentó el primer modelo de iPhone. El teléfono de Apple incluía el dispositivo táctil, la navegación por internet y otras aplicaciones de servicios.
  • El mundo del teléfono móvil está en constante cambio y evolución. Las últimas novedades incluyen los smartwatches o relojes inteligentes conectados al móvil, las pantallas curvas o los dispositivos resistentes al agua.

Fuente: La Vanguardia.com

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