Estimados docentes: En el mundo occidental vivimos, en términos políticos, mayormente regidos por gobiernos democráticos. Sin embargo, en aspectos de conductas sociales, lo que prima es la más absoluta anarquía. Esto se nota, por ejemplo, en las tardanzas a las citas formales, las demoras en los trámites sin consecuencias por los perjuicios que sufren los usuarios, la impunidad con la que se conducen ciertos políticos, empresarios y personajes de la industria del entretenimiento. el desorden y la indisciplina es lo que predomina, haciendo cada vez más difícil la vida armónica en sociedades que se asumen, a sí mismas, como civilizadas.
El desprestigio de la disciplina es una de las razones fundamentales para este desorden, del cual solo hemos mencionado algunos ejemplos. Antes, en casas y escuelas, no había cuestionamientos respecto de la necesidad y la pertinencia de establecer varios niveles de disciplina, a veces incluyendo castigos para que funcionen como correctivos para aquellos niños y adolescentes que, por razón natural -el ser humano requiere de ser controlado en algunos aspectos de su crecimiento- se mostraban más reacios que otros a acatar ciertas reglas. Esto, por supuesto, también debe aplicarse de manera controlada pues no puede caerse en abusos inaceptables. Pero acotar los límites del comportamiento y fijar sus consecuencias sí es necesario para formar individuos íntegros y responsables de sus actos.
Sin embargo, esta disciplina fue quedando relegada al estatus de “negativa” frente a las nuevas tendencias que, alimentadas por una falsa psicología, comenzaron a convencer a padres y maestros de que la libertad total es sinónimo de avance en la forma de educarnos. El resultado de estas medidas que relajaron al máximo la noción de disciplina está trayendo una interacción dominada por la falta de respeto al otro, además de ser base de todas las carencias en el proceso de aprendizaje. Sin disciplina no hay responsabilidad por lo que todo lo que se aprende puede terminar en saco roto, a distintos niveles en el proceso educativo.
EL LINK
https://biu.us/disciplina-un-habito-para-alcanzar-el-exito-blog-biu/
EL DATO
- La cuestión de la disciplina en la educación no está exenta de controversia. Por lo tanto, existe una puja entre los distintos modelos que se pueden implantar. Multitud de estudios avalan desde las posiciones más rígidas a las más tolerantes.
- La disciplina se considera uno de los valores básicos de la educación. Los aprendizajes adquiridos a través de la disciplina tendrán una gran influencia en el desarrollo futuro del niño.
- Dentro de la escuela, con la disciplina el profesor logra enseñar y el alumno logra aprender. Dos logros en perfecta correspondencia. En ellos reside gran parte del éxito de la labor educativa en el aula. La disciplina es, por tanto, uno de los valores básicos de la educación.
Fuente: Educa Link.com
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