Estimados docentes: El mundo de los deportes es fascinante y extremadamente diverso. Sin embargo, los más populares y difundidos son aquellos deportes que se juegan en grupo, principalmente el fútbol (a nivel mundial), el baloncesto (principalmente en EE.UU. y algunos países de Europa), el béisbol (en algunos países del Caribe y EE.UU.) o el vóley (en Sudamérica, países del Lejano Oriente y otros), por sus características asociadas al trabajo en equipo, disciplina, por un lado y, por otro, por los enormes negocios relacionados a la publicidad de accesorios de juego, la imagen y perfil casi artístico de sus principales exponentes y la expectativa que se genera en torno a cada campeonato entre selecciones o equipos locales.
En países de Sudamérica como el Perú, por ejemplo, el fútbol es reverenciado casi al nivel de religión o elevado a la categoría de símbolo patrio, sin importar que el desempeño real de sus equipos sea de regular para malo. Y, en algunas épocas, como la actual, extremadamente deficiente al punto de estar últimos en el ranking regional que busca un lugar en el próximo campeonato mundial a jugarse dentro de tres años.
Esto, que tiene aristas múltiples -desde el uso de la pasión popular para ocultar realidades más importantes y graves como la corrupción política, la crisis económica; hasta la consolidación de un modelo de éxito que ve en el futbolista ya no un deportista responsable sino una máquina de hacer dinero, un instrumento de ascenso económico para conglomerados familiares condenados a la pobreza extrema- aleja a nuestros estudiantes de adquirir una noción más amplia sobre la variedad de deportes que existen y tener claridad respecto de cuál es la dimensión que la actividad deportiva, ya sea a nivel de practicante o espectador, debe ocupar en la vida de la sociedad.
La estabilidad social, el ánimo de un país no debería depender, como lo hace actualmente, de un partido de fútbol. Y, por otra parte, los jugadores de una selección de fútbol no deberían ser venerados incluso por encima de deportistas que, aun cuando tienen más éxito en sus respectivas disciplinas, son ignorados por los públicos, más atentos a las vidas personales de futbolistas que no consiguen sus objetivos primordiales.
EL LINK
https://www.profedeele.es/actividad/los-deportes/
EL DATO
- Al hablar de los beneficios del deporte en la educación, lo estamos valorando como un instrumento lúdico que contribuye en la construcción de la seguridad y la autoconfianza, lo cual permitirá la transición a la vida adulta con una clara visión de lo que es el esfuerzo, la solidaridad y el respeto de las reglas sociales.
- La práctica de cualquier deporte mejora y refuerza ciertas variables psicológicas como la autoconfianza y la motivación, por otro lado a través de la educación física, los niños y adolescentes son capaces de expresar su espontaneidad, la creatividad, además de fomentar los valores como el respeto hacia sí mismo y hacia los demás.
- Valores como la lealtad, el respeto, la empatía, la buena convivencia, tolerancia, responsabilidad, entre otros muchos, se consiguen durante la práctica de los deportes.
Fuente: PAU Education.com
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