Estimados docentes: La sobreexposición a las redes sociales y, en general, a las herramientas tecnológicas, está trayendo una serie de riesgos como vimos la semana pasada, relacionados a la seguridad e integridad física de los ciudadanos. Secuestros, extorsiones, acosos telefónicos, abusos y estafas de toda clase, llegan unidas al uso indiscriminado de teléfonos inteligentes y redes sociales que almacenan nuestras ubicaciones, correos electrónicos, hábitos de consumo, etc.
Otro de los riesgos que trae el uso compulsivo de las TIC para efectos de actividades recreativas, de entretenimiento masivo, es la paulatina dependencia mental y emotiva de un aparato conectado a la red. Fotografiamos todo -platos de comida, conciertos, colas de espera en un banco, matrimonios, nacimientos y velorios, etc.- y, si podemos, lo subimos de inmediato al Facebook, al Instagram. Dejamos de leer para bailar delante de una cámara, esperando que nuestros bailecitos obtengan miles de likes en el TikTok. Nos desconectamos de las noticias en el mundo para seguir a nuestros artistas favoritos e imitar sus acciones, por más poco recomendables que estas sean.
Desde hace varios años circula en internet, a partir de la plataforma de videos YouTube, una animación que, basada en gráficos similares a los que se hacían en los años cuarenta, refleja de manera cruda y extrema los gravísimos niveles de desconexión interpersonal, insensibilidad y aislamiento al que nos somete la tecnología y sus distracciones adictivas. Aunque sus imágenes y desarrollos teóricos sean radicales y algo chocantes, los educadores de Secundaria pueden hacer que sus alumnos vean estas animaciones, cuyo autor es el británico Steve Cutts, para generar espacios de reflexión y comprensión de la responsabilidad que tenemos, de forma individual y colectiva, para que esto cambie y mejore.
Ver animación de Steve Cutts aquí: https://youtu.be/rAKX10OnXbU?si=ezYtbZzCYnG5r9-c
EL LINK
EL DATO
- Cada vez son más las personas usuarias de telefonía celular que no puede separarse del mismo ni un instante. Muchos de ellos se encuentran incómodos o preocupados si no chequean los programas de mensajería o redes sociales a las que están inscritos, llegando incluso a tener problemas para dormir por la dificultad de desconectar de ese entorno social.
- Los jóvenes son “adictos” a estar con sus amigos, y van a utilizar las herramientas digitales que faciliten esta conexión. Existe un mecanismo de recompensa que se activa con cada “me gusta”, cada retuit, o cada comentario que reciben en respuesta a sus interacciones en las redes sociales y el cerebro se acostumbra a esa demanda de dopamina, la hormona que nos hace sentir bien.
- Las adicciones son siempre dañinas, siempre requieren un aumento en su dosis, y producen síndromes de tolerancia, dependencia y abstinencia. Sin embargo, esto no ocurre así con los celulares por lo que lo más probable es que las “víctimas” de la nomofobia estén sufriendo ansiedad de estar separados de otras personas.
Fuente: Pantallas Amigas.com
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