Estimados docentes: Nuestros sistemas educativos han padecido, durante años, de un sesgo relacionado a la proveniencia de los conocimientos. A pesar de la innegable influencia que ha tenido en el desarrollo de nuestros pueblos, a nivel social, cultural y científico, el mundo islámico, no tenemos muy internalizada esa influencia a causa de los prejuicios y los distintos niveles de desinformación que se acrecentaron por la Guerra Fría y las sucesivas crisis con el Medio Oriente expresadas en interminables conflictos e injustificados ataques de todo tipo, guerras fratricidas y, como ahora mismo estamos experimentando, la cruzada de exterminio que vemos entre poblaciones, ejércitos y grupos políticos que han compartido historias y desarrollos comunes a lo largo de loa historia de la humanidad.

En ese sentido, uno de los aspectos más saltantes es el desarrollo de las ciencias matemáticas, parte fundamental de todos nuestros currículos escolares y planes de estudio. Y entre sus disciplinas, la geometría tiene una importancia vital para entender la idiosincrasia de los países de esta alejada región del mundo árabe y oriental que profesan una de las tres religiones mayoritarias en el mundo entero. Los patrones geométricos que tanto admiramos en la elaboración de alfombras, por ejemplo, tiene su origen en la estrecha vinculación de esta rama de las matemáticas con la religión y sus nociones de espiritualidad.

Como ocurre con los mandalas de la India, el estudio de esos patrones geométricos nos permite desarrollar, a nosotros y a nuestros alumnos, habilidades de espacio y distribución de elementos, orden y organicidad de colores y formas. Observar detenidamente esta especie de tramas multiformes tiene, además de ese natural atractivo para la vista, una serie de significados que, al aprenderlos, nos permite ampliar nuestra cultura general y conocer un poco más de una forma de pensar y entender la vida que es totalmente diferente a la nuestra pero, no por eso, más o menos valiosa. Es simplemente una población que vive y se desarrolla de forma distinta por su ubicación geográfica, su historia y su credo.

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EL DATO

  • Los patrones geométricos se presentan en una variedad de formas en el arte y la arquitectura islámica, como las alfombras tipo kilim, los patrones girih persas y los azulejos zellige marroquíes, las bóvedas decorativas de mocárabes, las celosías de piedra con perforaciones de jali, la cerámica, el cuero, los vitrales, la madera y el metal.
  • Muchos diseños islámicos están construidos en cuadrados y círculos, generalmente repetidos, superpuestos y entrelazados para formar modelos complicados y/o complejos.4 Un motivo recurrente en el mosaico islámico es la estrella de ocho puntas; se compone de dos cuadrados, uno girado 45° con respecto al otro.
  • A veces, en la sociedad occidental se supone que los errores en los patrones islámicos repetitivos, como los de las alfombra persa, fueron intencionalmente introducidos como una muestra de humildad por artistas que creían que «únicamente Alá puede producir la perfección», pero esta teoría ha sido negada continuamente.

Fuente: Wikipedia (en español)

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