Estimados docentes: Una de las frases que más escuchamos cuando revisamos noticias sobre la crisis de nuestros sistemas educativos es «la falta de infraestructura» y nos queda claro, sin mucho esfuerzo, a qué se refiere: colegios a medio construir, con servicios colapsados, sin carpetas óptimas ni bibliotecas. En muchos casos, estas carencias son tan grandes que se hace difícil pensar cómo hacen los maestros para sacar adelante sus clases.
Este concepto proviene de las ciencias económicas y, básicamente, expresa todo aquello que tenga relación con obras públicas, trabajos físicos que garanticen el funcionamiento elemental de cualquier cosa, desde una casa y una oficina hasta un aeropuerto y una ciudad. Las obras de infraestructura requieren de una planificación detallada y orientada al bien de la comunidad, sea para actividades urbanas, de transporte, de educación, práctica deportiva, etc.
Desde el colegio, nuestros alumnos necesitan comprender plenamente el concepto de infraestructura y abandonar la idea de que se trata de algo abstracto, inasible. Muchas de nuestras conductas sociales impactan de manera directa en la infraestructura y, por ello, cuidarla es un deber ciudadano de indispensable aprendizaje para todos.
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EL DATO
- La infraestructura en economía se suele referir al acervo físico y material con el que cuenta un país o sociedad para el desarrollo de sus actividades productivas.
- El concepto incluiría todo el acervo físico y material que sustenta o facilita el desarrollo productivo de un país. De esta forma se incluirían elementos como: carreteras, ferrocarriles, sistemas de riego, sistemas de alcantarillado, viviendas, represas, escuelas, redes de distribución eléctrica, etc.
- La infraestructura sostiene el desarrollo y cambio social e influye en la superestructura. De esta forma, por ejemplo, los cambios culturales no son espontáneos, sino que se derivan de cambios en las relaciones de producción.
Fuente: Economipedia.com
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