Estimados docentes: Decir que el ser humano depende de la tecnología es una realidad innegable. Los defensores/vendedores de aparatos tecnológicos intentan confundir al público, en diversos videos de internet y redes sociales, asegurando que desde siempre la humanidad ha dependido de la tecnología y que es uno de nuestros rasgos evolutivos, por lo que sería un exceso aseverar, como creen muchos, que la tecnología «nos deshumaniza».
Sin embargo, lo que necesitamos entender es que el exceso de tecnología sí es nocivo para el desarrollo de la humanidad, en lo relacionado a sus capacidades de socialización y aprendizaje emocional. Es cierto que el fuego, la rueda, la electricidad, el lenguaje, indispensables para la evolución de la especie, son también tecnologías que, en los primeros estadios de la humanidad, han sido vitales para nuestra sobrevivencia.
Pero usar esto como argumento para decir que no hay problema en que poblaciones enteras de personas adultas y educadas, que viven y trabajan en zonas urbanas, caminen por las calles con los ojos sumergidos en las pantallas de sus celulares, desconectados del ruido externo por sus audífonos e incapaces de mirar a los ojos a los demás es manipular la información para invisibilizar ese exceso y dependencia de las nuevas tecnologías.
Ustedes, colegas ¿qué opinan sobre este tema?
EL LINK
https://www.unir.net/revista/salud/adiccion-a-las-tecnologias/
EL DATO
- En un mundo tecnológico en el que ha surgido una dependencia de los aparatos tecnológicos, los celulares y la tecnología son herramientas básicas y vitales para encajar en la sociedad; ya no podemos vivir despegados de estos aparatos.
- La mayoría de las personas interactúan con las pantallas por lo menos ocho horas al día, más tiempo del empleado en cualquier otra actividad, incluyendo dormir.
- Sin embargo los jóvenes, quienes más utilizan el móvil y a los que más les cuesta separarse de él, en esta nueva era se les hacen imprescindibles las nuevas tecnologías, son los que más conocimiento y mejor preparación tienen.
Fuente: Ciencia UANL (México)
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