Estimados docentes: Como todos los años, en el mes de diciembre las calles, casas y centros comerciales se llenan de adornos, luces y símbolos navideños, y en esos días, las familias y oficinas se dan parabienes, se llenan de reuniones y de tareas adicionales a las del día a día, con tal de pasar lo mejor posible estas fechas, en las que se da una reconexión con una de las dimensiones humanas que más se ha visto afectada por la vida moderna, la espiritual.

La historia de la Navidad está relacionada, para el mundo occidental y católico, en la fecha de nacimiento de Jesucristo, ligada a las profecías que anuncian la llegada de Dios al mundo de los hombres, para traer la salvación. En ese contexto, las familias creyentes -y las no creyentes también- se reúnen para conmemorar este nacimiento con celebraciones en las que priman sentimientos y emociones positivas, las mismas que llegan acompañadas de elementos más modernos: campañas publicitarias, venta de productos, ofertas y mucho alboroto en las tiendas.

Como docentes, nos corresponde hacer que las nuevas generaciones comprendan el verdadero significado de todo este movimiento sociocultural y económico, incluso trascendiendo temas de creencias o cultos específicos, con la mirada puesta en la recuperación de valores como la solidaridad, la amistad, el cariño por la familia, el respeto hacia las creencias que sean distintas a las que generan la Navidad, etc. Vivimos en tiempos muy agresivos y despersonalizados, con prioridades de tipo material y de exhibicionismo que nos alejan de esos valores. Si la misión es encontrar un equilibrio para que la humanidad se estabilice, la educación que ofrezcamos en las aulas será vital en ese sentido.

EL LINK

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/origenes-navidad_6901

EL DATO

  • La celebración de la Navidad se ha extendido a casi todo el mundo en la actualidad, incluso entre personas que no son cristianas o creyentes entre quienes la fecha tiene un sentido de reunión familiar.
  • En la cultura occidental, existe la leyenda según la cual, durante la noche del 24 y la madrugada del 25 de diciembre pasa por las casas un personaje que deja regalos a los niños. Este personaje recibe distintos nombres según la región: Santa Claus, San Nicolás, Papá Noel y el Viejito Pascuero, deriva del culto de san Nicolás de Bari, un santo que vivió en el siglo IV y se caracterizaba por su generosidad.
  • En Roma, durante los primeros siglos del cristianismo, los últimos días de diciembre coincidían con la celebración de festividades de distintas religiones: la antigua religión romana celebraban las Saturnales, una especie de carnaval, y además existían festividades judías, del mazdeísmo persa y nórdicas vinculadas con el solsticio de invierno del hemisferio norte.

Fuente: Enciclopedia Iberoamericana

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