Adicción a la tecnología: El lado oscuro de la modernidad

Estimados docentes: Hace unos días, un hecho noticioso terrible volvió a poner sobre la mesa el tema de la adicción a los videojuegos: un niño en México ingresó al colegio con un arma de fuego y mató a su profesora, además de herir a seis compañeros.

Las plataformas de hiperrealismo, publicitadas como una herramienta que permite a sus usuarios –en su mayoría niños y adolescentes- aprender a ser multitask (término en inglés que significa literalmente “multitareas”, es decir, ser capaces de ejecutar acciones diferentes a la vez) y excelentes como complemento educativo, generaron en este estudiante escolar la imperiosa necesidad de hacer en su vida real lo que hacía frente a la pantalla compulsivamente: disparar a la gente y eliminarla.

La ansiedad y el ciberbullying son dos de los efectos más nocivos de la tecnología que, si llegan acompañados por serios problemas de abandono familiar y una salud mental precaria, pueden generar desenlaces fatales como el del niño mexicano. En un colegio urbano de Lima, en un salón de Secundaria, un adolescente de 14 años envió a su enamorada de la misma edad, un video suyo, desnudo. Por accidente, las imágenes fueron a parar a un grupo de WhatsApp de varios compañeros de clase. En menos de cinco minutos la foto estuvo disponible en  YouTube y Facebook. A las dos horas, los posteos se llenaron de cientos de comentarios. Todos de burla. El joven entró en un cuadro de depresión tal que sus padres tuvieron que cambiarlo de colegio, tras exigir el retiro del video filtrado.

Otro ejemplo: dos personas adultas, pareja, sentadas frente a frente en un café. Ambos están con los ojos clavados en sus respectivos iPhones. No se miran ni conversan. Entre sí. La despersonalización total de la comunicación humana. Y todo a causa de la tecnología.

Estos temas merecen nuestra reflexión como docentes, más allá del condicionamiento publicitario que dice que las tecnologías modernas solo tienen cosas buenas. Es cierto que, bien utilizadas y en buenas manos, pueden ser fundamentales para apoyar nuestro trabajo pero, seamos sinceros, la mayor parte del tiempo lo que generan son problemas. Así que, a tomar precauciones.

EL LINK

EL DATO

Efectos negativos de la adicción a la tecnología

• Te hace más impaciente: Cada innovación en internet ha causado que las personas quieran las cosas cada vez más rápidas. La impaciencia genera ansiedad y mal humor.
• Disminuye tu creatividad: Al estar todo predeterminado (diseños, herramientas) y “amigable” en internet, se exige menos la capacidad creativa para dar paso a la habilidad para usar cosas.
• Reduce tu capacidad de atención: Desde que la revolución tecnológica comenzó, las personas pueden concentrarse cada vez menos, de 12 a 8 segundos entre 2000 y 2015.
• Modifica tus patrones de sueño: La radiación emitida por los aparatos electrónicos activa el sistema de estrés cerebral, el cual no permite que uno se relaje y duerma adecuadamente.
• Deteriora tu capacidad cognitiva: La capacidad cognitiva y el poder general del cerebro se reducen cuando el teléfono móvil está a poca distancia, incluso si está apagado o boca abajo.
• Afecta tu salud: Los equipos tecnológicos hacen que las personas tengan una vida más fácil, pero también más sedentaria y con menos actividad física, promoviendo el sobrepeso.
• Debilita tu memoria: La tecnología contribuye a que seamos cada vez menos capaces de retener información. A este fenómeno lo han denominado “El efecto Google” y se produce debido a que existe la tendencia a guardar datos en internet más que en nuestros cerebros.
• Te hace perder la capacidad de investigación: La información de todo el mundo está al alcance de un click. Esto ha contribuido a que se pierda la capacidad de investigación. Por ello la vigencia de las noticias falsas (fake news) y rumores que se viralizan fácilmente.