Estimados docentes: Nadie puede negar que aprender a leer es fundamental para el ser humano. Decodificar signos y símbolos escritos marca la diferencia entre un individuo capaz de valerse por sí mismo, como sujeto de derechos, y uno que sale al campo con serias desventajas. Por ello una de las tareas más importantes y pendientes de los gobiernos del mundo es la erradicación del analfabetismo, por lo menos reducir sus niveles lo máximo posible.
Sin embargo, recientemente se ha abierto una línea de debate respecto de cuál es la edad adecuada para que nuestros hijos/alumnos comiencen a sumergir sus cerebritos en este aprendizaje, quizás uno de los más complejos cuando lo vemos de cerca. Hoy, que todos leemos en nuestra lengua materna, en este caso el español, nos parece lo más fácil del mundo asociar ideas, conectar funciones, reconocer sonidos y asociarlos con las figuras escritas o impresas, detectar errores, comprender textos largos.
Pero cuando lo pensamos a partir de idiomas ajenos al nuestro, la cosa toma un matiz complejo y fascinante digno de admiración. ¿Conocen el alfabeto ruso (cirílico), el griego o el turco? ¿Han tratado de entender siquiera los ideogramas japoneses, chinos? ¿No es alucinante que los árabes lean de derecha a izquierda, es decir, en sentido contrario al nuestro? Cada población lee, escribe, decodifica y entiende sus idiomas con la misma fluidez que nosotros tenemos para el español. Y lo aprendieron desde niños, como debe ser.
Las nuevas tendencias psicológicas y pedagógicas –muchas de las cuales están más orientadas a la optimización del tiempo en términos monetarios, de éxito económico y futuro profesional- suelen poner sobre la mesa temas que acaban por confundirnos. Como los niños ahora van a la escuela cada vez más temprano (hace 30 o 40 años se empezaba a los 6 años, ahora hay programas preescolares que arrancan desde los 3 años de edad y hasta menos), entonces vemos que las nuevas generaciones son expuestas a las técnicas de aprendizaje mucho antes de lo previsto, ocasionando a veces inconvenientes que dependen de cada caso.
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EL DATO
Siete recomendaciones para enseñar a leer
Como profesor de Educación Primaria, enseñar a los niños a leer es fundamental. Aquí unas recomendaciones para dar las primeras lecciones para este importante aprendizaje:
1. Léele a tu hijo/alumno: Si los niños no aprecian la lectura desde edades tempranas, probablemente disminuirá su capacidad para la misma en un futuro. Se recomienda leer alrededor de 20 minutos al día.
2. Hazle preguntas: Hacerle preguntas al niño mientras se le lee un libro le anima y es muy eficaz para el desarrollo de su comprensión. Las preguntas durante la lectura harán que se desarrolle su vocabulario y que el/la niño/a interactúe con el libro.
3. Da buen ejemplo como lector: Si no lees con regularidad, tendrás que hacer un esfuerzo y leer más a menudo para que vean que se trata de algo realmente importante.
4. Enséñale a identificar las letras de molde: A través de la memoria visual y atencional, pueden realizarse otros aprendizajes como la hora (mucho más sencillo si tienes un reloj en la pared al que mirar día a día) o los números.
5. Incorpora muchas áreas de desarrollo: Consideramos necesario realizar actividades de juego en los que puedan poner en práctica su motricidad. Algo que también gusta mucho son las poesías, las canciones y las rimas.
6. Familias de palabras: Llamamos familias de palabras a las palabras que riman. Enseñar palabras que rimen es una actividad fonológica que les ayuda a diferenciar patrones de lectura, lo que consideramos muy importante.
7. Decodificar: La decodificación suele referirse al «sonido que se expulsa». Se trata de un elemento importante en la enseñanza de la lectura al niño, aunque no es el más importante. Una vez que el niño conoce los sonidos de cada una de las letras del abecedario, tiene que aprender a juntar las palabras (desde las más pequeñas hasta las más largas).
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