Estimados docentes: Nuestros países ven el ahorro como una cuestión de minorías, debido a que son pocas las poblaciones que no viven al día, económicamente hablando, o incluso superando apenas la llamada “línea de la pobreza” que suelen analizar las empresas dedicadas a estudiar la evolución económica y laboral de las clases medias y bajas. La realidad, por supuesto, muchas veces arrasa con esos estudios técnicos que, por lo general, son hechos a pedido de los gobiernos cuando quieren demostrar que han reducido la pobreza.
Sin embargo, es importante que en aquellos ámbitos socioeconómicos que califiquen como libres de situaciones de pobreza y pobreza extrema, se enseñe y estimule la comprensión de la importancia del ahorro, visto como un esfuerzo para contar con el respaldo de un fondo generado a partir de ingresos propios que sea útil para sobrepasar momentos difíciles -desempleo repentino, enfermedad, accidente- o gastos no convencionales que no puedan ser cubiertos por los ingresos regulares.
Ahorrar es un acto de responsabilidad, pero también de voluntad. Para aquellos profesionales cuyos salarios no sean muy altos, quizás sea más un asunto de fuerza de voluntad ya que ahorrar, guardar, equivale a privarse de ciertos gustos o actividades sociales para poder destinar un porcentaje del ingreso mensual a formar ese fondo de previsión personal o familiar. Por lo general, las cosas que no podemos comprar de manera directa son adquiridas a través de las tarjetas de crédito que permiten, de manera inmediata, hacerse de cosas, pagar cuentas en tiendas, restaurantes y hasta lujos o caprichos, que no podríamos tener si solo contáramos para ello con lo que recibimos cada quincena. El problema es que, si nos excedemos en el uso del crédito tendremos una deuda que cubrir cada mes, lo cual reduce drásticamente nuestra capacidad de ahorro, si ganamos poco.
Es aquí donde la tarea de enseñar a ahorrar a niños y adolescentes en edad escolar se hace difícil, porque tenemos frente a nosotros un gran enemigo: el consumismo. La publicidad crea necesidades innecesarias para estimular el consumo a crédito, el mismo que va en contra de cualquier prioridad ahorradora en individuos y familias con bajos ingresos.
¿Estamos listos para asumir ese reto?
EL LINK
https://www.etapainfantil.com/ensenar-ninos-importancia-ahorro
EL DATO
- Es igual de importante enseñar a los niños a leer o lavarse los dientes, como inculcarles el hábito del ahorro; ya que es la mejor manera que cuando sean adultos, gocen de una buena salud financiera. Si les enseñamos a los niños la importancia del ahorro, tendrán una relación sana con el dinero evitando que cuando sean mayores, hagan un uso irresponsable del dinero.
- Se puede comenzar a enseñar finanzas a los niños de una manera responsable, desde una muy temprana edad. La clave para que aprendan con interés sobre este tema, es hacer que estas enseñanzas sean apropiadas para su nivel de desarrollo intelectual.
- Una buena práctica que podemos hacer los padres, es abrir una cuenta bancaria para niños y darles alguna herramienta como un cuadernillo o una hoja de Excel, en dónde ellos puedan llevar las cuentas de los depósitos que el mismo hagan.
Fuente: Educa y Aprende
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