Estimados docentes: Entre las emociones más positivas del ser humano, el buen humor es una de las que mejores resultados trae en aspectos personales, cognitivos, emocionales y académicos. Debemos decir, en este punto, que podemos ubicar hasta tres vertientes de esta cualidad que, en líneas generales, es posible de ser desarrollada por cualquier persona pero que, en determinadas situaciones es muy difícil de alcanzar de forma auténtica. El buen humor, sobre todo en esta época neurosis permanente, competencias feroces y múltiples enfrentamientos entre grupos sociales por presiones, discriminaciones, prejuicios, complejos y demás, es difícil de encontrar y de mantener.

Por un lado, tenemos el “estar de buen humor”. Estar de buen humor equivale a mantenerse tranquilo, incluso en situaciones de presión o estrés, seguro de que por muy grave o difícil que se presente un momento de la vida, podemos afrontarlo con una actitud pausada, conciliadora, con calma y hasta con una sonrisa. Cuando uno está de buen humor puede soportar hasta las cosas más incómodas, ya sea por influencia de terceras personas, del entorno o porque uno amaneció así, sereno y contento. Lo contrario es estar malhumorado o de mal humor. En esos instantes, hasta la más leve alteración del estado normal de las cosas puede hacernos explotar de rabia y frustración, retrasando nuestra concentración y capacidad de aprendizaje.

En segundo lugar, está el “tener buen humor”. Si somos de aquellas personas que tienen buen humor, entonces somos bromistas, simpáticos, dicharacheros, entusiastas. Las personas que son naturalmente graciosas no se esfuerzan por serlo, caen bien. En un maestro, la cualidad de tener buen humor es de gran utilidad para crear buenos climas en el aula y entre sus colegas. En los alumnos, nunca faltan los que hacen reír a los demás. Pero, cuando se intenta forzar el humor puede caerse en lo invasivo y ser, al final, lo contrario, una persona antipática, de la cual uno preferiría alejarse. Y por último, está el “tener buen sentido del humor” lo cual nos hace, entre otras cosas, sanamente inmunes a intentos externos de burlas o ridiculizaciones de quienes no manejan el buen humor sino la antipatía y la broma impertinente.

Patch Adams es un doctor experto en aplicar el humor a su vida y desarrollo profesional. Ver la entrevista completa aquí.

EL LINK

https://www.eldiario.es/consumoclaro/salud/buen-humor-bueno-salud-dice-ciencia_1_8121126.html

EL DATO

  • La risa significa alegría y felicidad, es universal, se da en todas las culturas y épocas. Cuando la risa es compartida tiene un gran poder de “pegamento”. Nos une, energiza y vitaliza.
  • Educar desde la alegría y el humor no busca solo la risa o la alegría del momento, sino que queremos reír, estar alegres y felices a pesar de las dificultades y eso, en cualquier etapa de la vida porque vivir en armonía no significa vivir sin conflictos, sino saberlos resolver adecuadamente.
  • Objetivos importantes son superar inhibiciones, evitar el sentido del ridículo y la vergüenza que tanto nos limitan. En muchas ocasiones el estrés de un alumno/a proviene del temor al ridículo al exponerse ante los demás, preguntando sobre algo que no entiende o teniendo que hablar ante el grupo, etc.

Fuente: Educación Responsable.org

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  • El sentido del humor,tiene uma fun
    ción reparadora,ayuda a reducir el es
    très,a estabilizar el estado de ánimo,fa
    vorece la comunicación,inspira la crea
    tividad,ayuda a mantener la esperanza
    es uma situación menos intensa y espe
    cífica,ese estado se manifiesta a través
    de emociones q,’ son sonrisas,risas,etc.

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