Estimados docentes: Hay nociones que antes eran comunes en nuestras sociedades y que hoy son consideradas anacrónicas, anticuadas. Una de ellas es ser “idealista”. En diversos espacios de análisis social y psicológico, que una persona sea idealista es tomado como una debilidad o, como suele decirse actualmente, una “habilidad blanda”. Bajo este eufemismo, útil para algunas cosas, se suele esconder una crítica velada a aquellas características que no serían muy recomendables en este mundo moderno en el que la agresividad, la practicidad y el relativismo se imponen para alcanzar el éxito.
Sin embargo, el idealismo -más allá de que sea una corriente filosófica como la ética, el materialismo o el ateísmo- es, en la vida cotidiana, una postura ante las cosas que ha generado cambios, despertares y revoluciones capaces de mejorar la vida en comunidad. El idealismo antibélico y pacifista, por ejemplo, a pesar de que la historia de la humanidad haya sido y siga siendo la historia de las guerras y los negocios de armas, mantiene viva la posibilidad de que las nuevas generaciones se desarrollen libres de esa tara social que cree en la superioridad de una raza sobre otra, de un género sobre otro o de una religión sobre otra. No es anticuado pensar en que se puede vivir en armonía, sin pensar tanto en el poder o en el dinero.
Por otro lado, el idealismo generalmente, como el romanticismo -y no hablamos aquí de la corriente artística sino de otra cualidad que es atacada por considerarse desfasada que es “ser romántico”- está asociado a la juventud, por el hecho de que, al ser jóvenes, cerebros y espíritus poseen la capacidad de abstraerse de las crudas realidades que se imponen en la adultez para crear soluciones, mundos mejores. Pero hoy, que les enseñamos a nuestros hijos y adultos a ser “más prácticos”, esa posibilidad de soñar con ideales como la libertad, la igualdad, la no corrupción, se va desvaneciendo.
Ustedes, ¿qué opinan sobre este tema, colegas?
EL LINK
https://psicologiaymente.com/personalidad/personas-idealistas
EL DATO
- En el ámbito educativo, el idealismo busca acoplar al educando con la realidad en la que se encuentra inmerso, de tal forma que busca favorecer un acercamiento mayor entre los educandos y la naturaleza. Al partir de la idea de que el ser humano posee libre albedrío, el idealismo lo convierte en un ser espiritual.
- En la actualidad, el idealismo reconoce, de manera habitual, la existencia del mundo externo o natural a la conciencia, con lo cual evita el riesgo a afirmar que la realidad se reduzca al hecho de pensar.
- En esta filosofía, al docente se le concede toda la importancia, pues está llamado a ser el modelo o la figura a imitar. Ellos tiene que ser capaces de despertar en sus educandos todas las capacidades, no como algo externo sino como algo propio de ellos.
Fuente: Blog Docentes 2.0
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