Estimados docentes: ¿Cómo enseñamos a las nuevas generaciones a ser dignos? Primero deberíamos preguntarnos qué es ser dignos. Cómo ejercer nuestra dignidad es uno de aquello aprendizajes tácitos, subjetivos, que no necesariamente están contenidos de manera directa en ningún curso. Más allá de saber el significado de la palabra -contenido en el diccionario- o de aprender de memoria casos de defensas de dignidades -individuales, colectivas- del pasado, necesitamos recobrar la noción de nuestra propia dignidad, qué hacer para protegerla y sobre todo cómo darnos cuenta de que están pasando por encima de ella.

Por ejemplo, preguntas como estas ayudan a esclarecer un poco el problema en que nos encontramos, cuando pensamos en nuestra dignidad. Si un político promete una serie de cosas para ser elegido y, una vez en el poder, las incumple una por una. ¿Está golpeando nuestra dignidad? Y si la respuesta es sí de manera inmediata, ¿por qué seguimos apoyando a esa persona o a sus allegados? Desde otro plano, si un personaje de la farándula afecta nuestra sensibilidad o la de nuestros hijos con su forma de hablar o de comportarse, ¿nos sentimos atacados en nuestra dignidad? ¿Por qué entonces seguimos viendo sus programas? Y así podríamos seguir, poniendo ejemplos, en el fútbol, en nuestro edificio de departamentos, en el trato que nos dan en los bancos, en las oficinas del Estado, en el seguro social.

La problemática de la dignidad se agrava porque las personas ya no tienen necesariamente claro qué es ser dignos. Reclamar respeto a los derechos que están contemplados en la constitución suena a una frase extremadamente política, sin embargo es el día a día de la vida de la gente. Todos merecemos ser tratado con respeto, sin discriminación, sin prejuicios, en toda interacción pública y privada. Pero, ¿se cumplen todas estas cosas? ¿nos enseñaron de niños a ser dignos y respetar la dignidad de los demás? Los niveles de agresividad social y corrupción política, de vulgaridad en el entretenimiento y descaro en los colegios para cometer actos de bullying nos dice que no. ¿Qué podemos hacer al respecto, colegas?

EL LINK

https://lamenteesmaravillosa.com/dignidad-personal-merecemos-algo-mejor/

EL DATO

  • La defensa de los derechos y de la dignidad de todas las personas, sea cual sea su condición física, social, económica o cultural, es la garantía para el desarrollo de una sociedad basada en los valores de justicia, equidad y libertad.
  • El acceso de los alumnos, de todos ellos, al aprendizaje y al conocimiento es el objetivo principal de la enseñanza y una de las piedras angulares del respeto a la dignidad de los alumnos. Sin suficiente conocimiento es difícil que los jóvenes y los adultos puedan ejercer sus derechos y participar con interés en las actividades sociales, culturales o políticas.
  • El reconocimiento de la dignidad de la persona exige favorecer no sólo el conocimiento de los alumnos, sino también su desarrollo social y emocional. Para lograrlo es necesario facilitar la autoestima de los alumnos, sus habilidades sociales, la confianza en ellos mismos y los comportamientos positivos y solidarios hacia los demás.

Fuente: Educación Abierta.org

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