Estimados docentes: Entre nosotros, colegas, sabemos que uno de los esenciales componentes de nuestra profesión es tener lo que comúnmente se conoce como “vocación de servicio”. Sin embargo, en estos tiempos despersonalizados, dominados por la interconexión tecnológica y su consiguiente desconexión emocional, es difícil vivir solo de esa vocación. De hecho, en el análisis moderno del comportamiento, caracterizado por relativizarlo todo, ser “servicial” puede ser visto ahora también como una debilidad, una habilidad blanda, una desventaja en un mundo hiper competitivo, que puede ser usada por otros, para aprovecharse del esfuerzo, el trabajo y el conocimiento ajenos.
Ser servicial tiene que ver con aspectos que van más allá de atender a otros. Se entiende que la vocación por servir a otros nace de un sentido interior de la solidaridad, de la horizontalidad en las relaciones que se establecen con otros seres humanos. Esa capacidad para no pensar únicamente en lo que más nos conviene a nosotros mismos, sino que dar la mano, poner el hombro o dedicar nuestro tiempo a la consecución de los objetivos de otra persona o grupos de personas contribuye al avance del colectivo. Puede ser una familia, un grupo de amigos, un equipo de trabajo, un país. La vocación por servir es -o era- el motor de carreras políticas y también de nuestra decisión de enseñar.
Es importante retomar, así como ocurre con tantos otros valores y conceptos -la intimidad, el pudor, la prudencia, el respeto al espacio y las preferencias de los demás, el silencio- el valor de ser serviciales porque nos permite mirar con ojos más humanos nuestras relaciones con el entorno, desde los animales hasta el medio ambiente y, por supuesto, las personas. El trabajo de esas personas que dedican su tiempo y su dinero a causas benéficas, por ejemplo, suele terminar contaminado por actores del poder político que utilizan sus logros para ganar votos o “por asuntos de imagen” pero, al no estar en la misma sintonía, pasa muy poco tiempo para que abandonen la causa original pues ya no les sirve a ellos.
Ser servicial es difícil. Pero lo que sí es sencillo es detectar quiénes lo son y quiénes fingen serlo. Ustedes, ¿qué opinan, colegas?
EL LINK
https://ipse.gov.co/intranet/2022/05/10/ser-servicial-el-valor-que-genera-actitud-colaborativa
EL DATO
- Un líder servicial se gana la confianza de otros porque ha demostrado un interés genuino por el bienestar de los demás ayudándolos.
- El liderazgo servicial es posible cuando nace del deseo de crear bienestar ayudando a nuestros colaboradores a desarrollar su potencial y producir resultados que generen un impacto
- El liderazgo servicial es un estilo de vida en el que servir es un valor y las acciones que el líder realiza buscan ser coherentes con dicho valor. El mejor discurso de un líder servicial son sus actos de servicio.
Fuente: Revista Forbes.com
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