Estimados docentes: En estos tiempos modernos, es muy común ver a jóvenes, hombres y mujeres, tomándose fotos a sí mismos desde sus celulares. A veces para colgarlas en las redes o compartirlas con sus amigos, pero otras para autoafirmarse y tratar de encontrarse “el mejor ángulo”.

La era de la imagen y de la sobre exposición ha generado en las nuevas generaciones una compulsiva necesidad por verse bien. Y, al buscar la mejor imagen de sí mismos suelen distorsionar su autoestima, considerando que valen menos si no alcanzan ese estándar de belleza o atractivo que les ha impuesto la dictadura de la presión social y la búsqueda de popularidad en redes sociales.

Proteger y promover la autoaceptación es vital para reducir los índices de depresiones y frustraciones que se asocian directamente a esta necesidad de ser admirados que los jóvenes desarrollan en sus relaciones sociales. Muchas veces, alcanzar esa capacidad de aceptarse sin tomar en cuenta los dichos, críticas o adulaciones de los demás, es muy difícil de lograr si no se cuenta con un entorno sano, en que no sea más importante la apariencia y la fama en redes.

La salud mental, ese tema tan poco tomado en cuenta en planes de gobierno y programas curriculares, merece toda nuestra atención como docentes y como padres de familia, sobre todo en la edad de la adolescencia, en que existe mayor fragilidad y riesgo de caer presa de estas emociones que pueden ser muy nocivas.

EL LINK

https://enfamilia.aeped.es/edades-etapas/adolescentes-autoimagen-autoestima

EL DATO

  • Una buena aceptación de uno mismo significa aceptar las cosas que nos gustan de nosotros mismos y las que no, también. Cuando un niño o adolescente se acepta a sí mismo, será capaz de ver todas las facetas de sí mismo, y no solo las partes positivas.
  • Los adolescentes empiezan a auto criticarse más de la cuenta cuando pasan demasiado tiempo alrededor de personas que no saben apreciar cómo son o quiénes son realmente.
  • Esta situación se agrava por la desaprobación y la crítica de hermanos, otros familiares, maestros y compañeros. Los compañeros a menudo no pueden resistirse a burlarse de la apariencia de otros llamándolos gordos o demasiado delgados.

Fuente: Etapa Infantil.com

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