Estimados docentes: Para nadie es un secreto. Lima, la capital del Perú, tiene uno de los tráficos más congestionados y difíciles del mundo. Hace unos años, una conocida cadena de documentales envió a uno de sus corresponsales para comprobar in situ lo complicado que es manejar en Lima, debido a la enorme cantidad de vehículos y las carencias de infraestructura vial que contribuyen a la congestión. Además de ello, la agresividad de los conductores, tanto de autos particulares como de las múltiples e informales opciones de transporte público, quienes han desarrollado una adaptación a ese desorden que los hace osados y temerarios, genera accidentes e infracciones a las normas de tránsito que ninguna autoridad puede controlar.
Este problema no solo ocurre en Lima, por supuesto. El tráfico, o el mal tráfico deberíamos puntualizar, es una realidad en todas o casi todas las ciudades principales del mundo. Pensemos, por ejemplo, en megalópolis como Beijing (China) Nueva York (EE.UU.), Sao Paulo (Brasil) o Nueva Delhi (India). En todas ellas el tráfico es intenso, peligroso y estresante. Las razones van desde la desproporcionada cantidad de carros y alternativas diversas de transporte –que van desde las mototaxis en el Perú o su equivalente en la India, los tuk-tuks; hasta la presencia de otros vehículos como motos lineales –hoy mucho más usadas como medio de transporte personal para evitar las aglomeraciones y riesgos de contagio del coronavirus-, motos repartidoras (delivery), scooters y demás. Todo contribuye al caos incontrolable del tráfico.
Pero el tráfico también contamina, tanto el aire que respiramos como el hábitat en el que realizamos nuestras actividades con la saturación sonora. Los combustibles y los bocinazos estresan, preocupan, generan tensión y mal humor. ¿Cómo solucionar este problema? Ya no es solo un asunto de educación vial. Reducir la cantidad de vehículos en circulación pasaría también por reeducar a la sociedad en términos de consumo (¿realmente todos necesitamos tener un carro?) y esto, que equivale a un choque con varios negociantes de automóviles, debería ir de la mano con una mayor infraestructura de caminos, avenidas, carreteras y sistemas masivos de transporte público amplios, ordenados y de constante frecuencia.
Es una tarea de varias aristas que no parece tener cuando comenzar por los diversos intereses involucrados. Como maestros podemos comenzar ayudando a que nuestros alumnos comprendan esta situación para, quizás, en el futuro, intentar ese cambio tan grande.
EL LINK
https://www.lainformacion.com/practicopedia/como-se-origina-un-atasco-de-trafico/6509777/
EL DATO
- Londres, Inglaterra: Los conductores de esta ciudad pasan más de 74 horas adicionales por año atrapados en el tráfico.
- Bogotá, Colombia: Los colombianos gastan el 30% de su día en el tráfico, aunque este porcentaje ha disminuido en dos puntos si lo comparamos con los resultados del año pasado.
- San Francisco, Estados Unidos: En esta ciudad, un conductor puede pasar un aproximado de 79 horas adicionales al año a bordo de un coche.
- San Francisco, Estados Unidos – La quinta ciudad con el peor tráfico del mundo (2017)
- Sao Paulo, Brasil: Durante el 2017, los conductores en Sao Paulo pasaron el 23% de su tiempo atrapados en el caos vehicular.
- Nueva York, Estados Unidos: En Nueva York, los conductores pasaron durante el año pasado 91 horas sentados en la congestión de los vehículos.
- Moscú, Rusia: Es probable que se trate de la ciudad más congestionada de Europa ya que en Moscú, los conductores pasan el 26% del día atorados en las autopistas de la ciudad ¡Vaya día!
- Los Ángeles, Estados Unidos: Y como mencionamos, la ciudad con el embotellamiento más intenso del mundo es… ¡Los Ángeles! Se estima, que los conductores pasen un total de 102 horas de congestión durante las horas punta.
Fuente: CarSync.com
El Sistema de Transporte y su mala calidad,
genera contaminación ambiental y sonora,
el transporte urbano, es el problema q’ más
afecta, la inseguridad, el excesivo uso del au
to móvil, menos horas de sueño puede re
percutir negativamente en la salud física y mental, tensión arterial, sangre de potentes
vasoconstrictores y hormonas ligados al es
tre’s (92 %) produciendo la muerte.