Estimados docentes: Nuestras sociedades, a menudo, dan las cosas por sentado, en especial las nuevas generaciones que no aprenden a reconocer que, detrás de cada cosa que utilizan, hay mucho trabajo, adelanto científico, creatividad y vocación de servicio de miles de personas que buscan siempre cómo hacer nuestra vida tan fácil. Una de ellas es el agua potable. Su importancia es vital para nuestra subsistencia diaria pero a pesar de ello, y de las intensas campañas para su cuidado, es común ver cómo se desperdicia y no se considera con seriedad la responsabilidad que tenemos de cuidar sus fuentes naturales.
La existencia de tecnología para hacer el agua, por naturaleza llena de impurezas y hoy, más que nunca, de agentes contaminantes y nocivos, en un elemento apto para el consumo humano, permite que a diario abramos la grifería de casa y tengamos, listo, un torrente de agua limpia, potable, para cocinar, saciar nuestra sed y cuidar nuestra higiene.
En los colegios, por ello, es tan importante que las conexiones al servicio de agua potable estén 100% operativas y sin problemas en el suministro de fuentes de agua clara, que garanticen el aprendizaje de hábitos de higiene, cuidado del recurso hídrico (cerrar bien caños y usar correctamente servicios higiénicos). De lo contrario, la insalubridad puede generar una serie de complicaciones (infecciones estomacales, alergias, etc.) que son muy perjudiciales para los niños y adolescentes en edad escolar.
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EL DATO
- Cuando los niños tienen acceso a agua segura, retretes y jabón para lavarse las manos en la escuela, cuentan con un entorno más favorable para estudiar, aprender y desarrollar todo su potencial.
- Sin embargo, cada día, millones de niños van a la escuela en entornos de aprendizaje inseguros en los que no hay agua potable, retretes adecuados ni jabón para lavarse las manos.
- Si la educación es la clave para ayudar a los niños a escapar de la pobreza, el acceso a agua y saneamiento es esencial para ayudarlos a aprovechar al máximo su educación. Desatender esta necesidad es descuidar el bienestar y la salud de los niños”, aseguró Kelly Ann Naylor, Jefa mundial de Agua, Saneamiento e Higiene de UNICEF
Fuente: Unicef.org
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