Estimados docentes: Hablar de relaciones personales no es muy común durante la etapa escolar. Si bien es cierto en los últimos tiempos se ha promovido un poco más el tema de la tutoría o la orientación en este tipo de dinámicas, por lo general los adolescentes, tanto hombres como mujeres, van aprendiendo solos, en contextos propios y sin la participación de adultos en ámbitos como la resolución de dudas, consultas o consejos, cómo manejar sus primeras experiencias amorosas, sentimentales, sexuales y de interacción profunda, que trascienda el terreno de las amistades y conocidos, que sí desarrollan ampliamente durante la infancia (Inicial y Primaria).
En Secundaria, los maestros y auxiliares se encuentran con alumnos y alumnas que lidian intensamente con situaciones emocionales, románticas o sentimentales, además de sus preocupaciones cotidianas y formales, por llamarlas de alguna manera, como seguir las reglas de la casa, en el caso de las familias “bien constituidas” o completas (padre, madre, hijos), apoyar a la organización del hogar (en casos de familias uniparentales, en que hermanos mayores cuidan de hermanos menores ante la ausencia de padre o madre), e incluso a la economía del hogar (en situaciones extremas en las que niños y niñas, además de estudiar tienen que trabajar para colaborar al sustento diario).
En ese sentido, en todos los extremos del espectro socioeconómico estas situaciones se dan, a veces de manera muy precaria, generando relaciones tóxicas y muy poco saludables para el desarrollo psíquico y emocional de los adolescentes. La autoestima, que no depende de cuantas cosas materiales tenga la familia, sea del tipo que sea, sino del afecto y el respeto que se vive dentro de casa, permite la formación de adolescentes más considerados y empáticos.
Y aun en esos casos, la posibilidad de pasar por experiencias socioemocionales de baja calidad, que afecten el comportamiento y la psiquis de estudiantes es muy latente. La presión social, la sobreestimulación de medios de comunicación poco responsables y los prejuicios que se arrastran desde casa por la presencia de padres no equipados para orientar a sus hijos, son algunas de las causas de esta problemática que trae como resultado cuadros de abuso, desconsideración e intolerancia entre chicos y chicas.
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EL DATO
- Las relaciones sanas se construyen sobre la base de una comunicación sana, el respeto mutuo y la confianza. En una relación saludable ambos miembros de la pareja se sienten valorados y respetados, y se respetan sus límites. Los límites pueden ser físicos, emocionales y sexuales.
- En una relación saludable, cada uno de los miembros de la pareja respeta los objetivos del otro, ya sean personales, profesionales o educativos. También es fundamental respetar la necesidad del otro de pasar tiempo con otras personas o a solas. La dinámica de las relaciones saludables puede aplicarse a las parejas íntimas, los amigos, la familia y los compañeros de trabajo.
- Respetar los límites es otro factor clave en una relación saludable. No respetar los límites de alguien puede manifestarse de muchas maneras diferentes.
- Las relaciones sanas son críticas para la conexión emocional y nos permiten prosperar. Cuando alguien no ha tenido relaciones sanas modeladas para ellos, puede ser difícil tener una relación sana. Sin embargo, nunca es demasiado tarde para aprender a tener relaciones saludables.
- La adolescencia es un momento ideal para intervenir para romper el ciclo de la violencia doméstica y prevenir la violencia en el noviazgo. Los enfoques más eficaces utilizan múltiples estrategias para involucrar a los jóvenes y a los adultos importantes en sus vidas, incluidos los padres, los maestros y los entrenadores.
Fuente: Safe Austin.org
El secreto para una relación saludable son:
el respeto, la honestidad, la verdad, la igual
dad, confianza y una buena comunicación.
Cada uno de los miembros de la pareja, respeta los objetivos del otro, ya sean perso
nales, profesionales o educativos, y hace q’
uno se sienta bien consigo mismo, brotan
do sentimientos e ideales nobles y puros.