Estimados docentes: En estos tiempos, una de las cosas de las cuales más padecen las sociedades modernas es de lo que, en décadas pasadas se conocía como “compromiso social”. Era una especie de sentimiento pero también una actividad que, motivada por la solidaridad, el idealismo y la rebeldía, sacaba a los jóvenes de sus casas, hacía que se enfrentaran a sus padres. Pero no por sus derechos de irse a una fiesta cada fin de semana o para tener limosina y desfiles de pasarela al cumplir 15 años. Si no para unirse a movimientos que buscaban conseguir mejoras: desde marchas estudiantiles hasta conocer la estación de bomberos.
Las organizaciones civiles aun existen, pero ya no llaman la atención de los estudiantes de colegio. Solo una minoría de adolescentes, entre los 14 y los 16 años, preferirían realizar alguna clase de activismo o cruzada benéfico que pasar las tardes haciendo TikToks y viendo programas de espectáculos o realities. Esto empobrece la calidad de las nuevas generaciones, como ha venido ocurriendo en los últimos 20 o 30 años. Sin embargo, hay organizaciones civiles, administradas por adultos jóvenes que aun mantienen vivo el espíritu de las acciones colectivas orientadas a dar algún beneficio a la comunidad, o generar contrapesos frente a la inacción estatal y empresarial.
Grupos ambientalistas, de enseñanza del reciclaje y sus diversas estrategias. O grupos que protegen los derechos de los animales. O instituciones –las llamadas ONG u Organismos No Gubernamentales- que se dedican a reflexionar, estudiar e incluso intervenir en temáticas como los derechos humanos, la erradicación del racismo y la discriminación, la protección a poblaciones vulnerables (mujeres, niños, ancianos), cuestiones de género y múltiples formas de voluntariado (en hospitales, asilos, zonas urbano-marginales, etc.) conforman un bloque heterogéneo y, por momentos, algo desorganizado, de las organizaciones civiles. Aun así, son valiosas y deben conocerse más, difundir sus acciones y estimular a los más jóvenes a ser parte de ellas.
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EL DATO
- El término sociedad civil, como concepto de la ciencia social, designa a la diversidad de personas que con categoría de ciudadanos y generalmente de manera colectiva, actúan para tomar decisiones en el ámbito público que conciernen a todo individuo situado fuera de las estructuras gubernamentales, de los partidos políticos, las empresas o poderes económicos, y las instituciones religiosas.
- La existencia de una sociedad civil diferenciada de la sociedad política es un prerrequisito para la democracia. Sin ella, no hay Estado legítimo.
- Para Jürgen Habermas, la sociedad civil tiene dos componentes principales: por un lado, el conjunto de instituciones que definen y defienden los derechos individuales, políticos y sociales de los ciudadanos y que propician su libre asociación, la posibilidad de defenderse de la acción estratégica del poder y del mercado y la viabilidad de la intervención ciudadana en la operación misma del sistema.
Fuente: Wikipedia
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