Estimados docentes: La alimentación humana, desde que la ciencia y la tecnología comenzaron a encaminar los rumbos de nuestras vidas, ha sido analizada, estudiada y desarrollada y, por supuesto, este es un proceso en movimiento continuo. Expertos en nutrición, médicos y hasta psicólogos realizan permanentes aportes para aprovechar mejor los recursos alimenticios que tenemos, en términos de lo que nuestro organismo requiere para estar saludable y funcionar de manera óptima. Desde las conexiones cerebrales que determinan los estados de ánimo hasta la construcción de huesos, músculos y articulaciones que resistan la actividad física, cada alimento que ingerimos tiene un impacto determinante y va acumulando sus efectos, los positivos y los negativos.
En medio de este asunto, que ingresa netamente en el terreno de la salud, existen aristas de índole social -la obsesión por la imagen y el ejercicio, el dominio de la apariencia, etc.- que también han tenido influencia en cómo nos alimentamos. De un tiempo a esta parte, en ese lado del tema nutricional, se ha terminado demonizando a los carbohidratos. Manteniendo en mente el concepto de que todo exceso es perjudicial, necesitamos reorientar la imagen de los carbohidratos. La subcultura fitness ha convertido esa palabra en mala, un enemigo que debemos evitar a toda costa. No es tan cierto.
Los carbohidratos aportan una cantidad considerable de las calorías que necesita el cuerpo para mantener una buena temperatura interna. Por supuesto que si mantenemos una alimentación en la que únicamente haya carbohidratos, corremos el riesgo de afectar los niveles de glucosa en el torrente sanguíneo y eso, desde luego, de positivo no tiene nada. No solo es un asunto de estética -los carbohidratos y la forma en que se transforman tras sus procesos metabólicos son la principal razón por la que nos subimos de peso sino que pueden ser fuente de otras enfermedades asociadas. Pero, si se consumen de manera apropiada, dosificada, son buenos para la salud corporal.
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EL DATO
- El cuerpo utiliza los alimentos ricos en carbohidratos para producir glucosa, la principal fuente de energía. La glucosa es un tipo de azúcar que puede utilizarse de forma inmediata para sintetizar energía o almacenarla para ser utilizada más adelante.
- El carbohidrato también se digiere mucho más rápido que los alimentos proteicos y excesivamente grasos, por lo que no debes temer ante la posible pesadez antes de realizar actividad física. Además, te permite recuperar mucho más rápido y disminuir la fatiga ocasionada por el ejercicio de alta intensidad. Su toma te va a permitir mejorar tu preparación para el siguiente entrenamiento.
- Comer suficientes carbohidratos también es importante porque ayuda a evitar que, para obtener energía tu cuerpo, utilice las proteínas que conforman tus músculos. El cuerpo genera energía a partir de carbohidratos mucho más rápido que a partir de la grasa. Además, existen algunos tejidos del sistema nervioso central que dependen exclusivamente de los carbohidratos como combustible.
Fuente: Blog Fabri Orlandi.com
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