Estimados docentes: En el año 2018 el Ministerio de Educación de Francia decidió prohibir el ingreso de los alumnos a las escuelas portando sus celulares. Para fundamentar su decisión, en apariencia bastante drástica, se basaron en indicadores que habían obtenido tras serias investigaciones que determinaron el alto nivel de distracción entre los estudiantes cuando tienen los celulares a la mano, aun cuando no los estén utilizando en ese momento.

En su momento, la norma causó revuelo pues muchos consideraron que era un “recorte innecesario de los derechos de cada estudiante”. Sin embargo, los datos de la realidad no han hecho más que refrendar el hecho incuestionable de que la presencia de celulares en el aula afecta la capacidad de atención del estudiante. El auge sorpresivo y en permanente cambio de las TIC puede llevarnos a error al considerar que la interconexión tecnológica solo trae beneficios a la educación. Tal parece que eso no es así.

Si bien es cierto los recursos tecnológicos son una importante herramienta de apoyo, la asociación del teléfono móvil con la posibilidad de entretenimiento es más fuerte que la de herramienta pedagógica, lo cual justifica las restricciones de su uso y presencia durante las horas de clase. La orientación del profesor es fundamental para ir creando conciencia de cuáles son los momentos en que uno puede dedicarse a pasar un rato conectado a las redes sociales. Pero cuando la ciberadicción afecta también a los docentes estamos ante un grave problema pues damos un mal ejemplo revisando nuestras notificaciones a cada rato en medio de la clase.

EL LINK

https://www.elperiodico.com/es/ciencia/20180730/efectos-tecnologia-movil-rendimiento-escolar-6967198

EL DATO

  • El hecho de utilizar el teléfono con frecuencia, altera cada una de nuestras actividades. Un estudio reciente de Microsoft demostró que el intervalo de atención de las personas se redujo de 12 a 8 segundos. 
  • Para los expertos esto se entiende por la cantidad de tareas que realizamos al mismo tiempo.
  • Sin embargo, lejos de hacernos más productivos, el hecho de ser «multitask» no nos permite desarrollar nuestras actividades por completo.
  • Cuando cambiamos de tareas, nuestro cerebro utiliza glucosa para enfrentar la nueva actividad. Si lo hacemos con frecuencia, esa fuente de energía (la glucosa) se agota y como consecuencia nos sentimos desorientados y no podemos terminar nuestra tarea.
  • La cantidad de información que recibimos continuamente nos abruma y deja a nuestro cerebro agotado. Para muchos neurólogos, nuestro cerebro no está preparado para manejar la cantidad de información «digital» que nos llega.
  • Según la BBC, existen varios consejos que podemos implementar para fortalecer nuestra atención: Realizar ejercicios, principalmente, ya que éstos mejoran el funcionamiento del cerebro. Al igual que el consumo de proteínas y carbohidratos, los cuales regulan el azúcar en sangre (la glucosa que hace funcionar al cerebro). Dormir las ocho horas recomendadas también es fundamental para que nuestro cerebro se recupere y pueda enfrentar el nuevo día con energía. Por último, debemos apagar aquellos dispositivos que no utilizamos, de esta forma no nos tentaremos ante la distracción. 

Fuente: Noticias.Universia.es

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