Estimados docentes: Esta es una pregunta que todos debemos hacernos de vez en cuando: ¿estamos ya acostumbrados a dar clases por Zoom? ¿Nos resulta estimulante tener que conectarnos, todos los días, a una página y ver cómo van apareciendo, como cuadritos fríos, los rostros de nuestros estudiantes o sus nombres y fotos, esperar a que estén debidamente enchufados, lidiar con que, de vez en cuando, se filtren sus otros sonidos y conversaciones, sus distracciones y caídas de señal?
Probablemente la respuesta no sea la que todos quisiéramos escuchar. Y es que es natural, colegas. Esta situación ha alterado tan drásticamente nuestra manera de trabajar que resulta difícil pensar en que ya todos estamos muy felices con dar nuestras sesiones, ofrecer datos, tomar exámenes y evaluar trabajos y proyectos, sentados mirando una pantalla negra llena de ventanas y ruidos electrónicos. Las clases a distancia son la única forma que tenemos de dar continuidad a la educación de nuestros alumnos, eso es clarísimo e innegable. Pero, desde que se desató la pandemia, la idea era que se trataba de una situación temporal, que una vez controlada la enfermedad volveríamos al pupitre, al patio, al salón. Nada de eso ha pasado.
En ese sentido, es remarcable el trabajo que vienen cumpliendo colegas nuestros, en los cinco continentes, para llevar adelante lo poco que se puede hacer para educar a las nuevas generaciones en estos casi dos años de paralización. La escuela, en algún momento, volverá a estar abierta y será la nueva tarea integrar todo este aprendizaje que, a la fuerza, hemos tenido respecto a las potencialidades de uso de las TIC y la educación remota al proceso semipresencial que, quizás, se iniciará el 2022. Hasta entonces, nos toca seguir trabajando con lo que tenemos, dando lo mejor de nosotros para avanzar hacia nuestros objetivos didácticos.
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EL DATO
- En Estados Unidos, una encuesta nacional realizada por ClassTag, plataforma gratuita dedicada a la comunicación para escuelas, revela la preocupación que ha ido creciendo durante los últimos meses alrededor de las clases en línea y el profesorado de nivel básico.
- «El aprendizaje remoto en la educación temprana es un territorio desconocido», señaló Vlada Lotkina, cofundadora y directora ejecutiva de ClassTag, para Forbes. “Y esta encuesta muestra que los docentes, ahora más que nunca, necesitan el apoyo de la comunidad edtech para pasar por esta transición rápida y exitosamente”.
- Si la mayoría de los docentes en el nivel educativo temprano están principalmente apoyándose en este tipo de recursos, muy probablemente significa que no estamos preparados para lo que requiere un aprendizaje en línea eficiente. Intentar replicar horarios presenciales por este medio puede generar serios problemas en la relación que los estudiantes generen con el concepto de escuela vía online.
Fuente: Observatorio TEC México
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