Estimados docentes: ¿Alguna vez han conversado con sus alumnos respecto de cómo nos comunicábamos con nuestros seres queridos que vivían lejos, en las épocas en que no existía nada cercano o parecido al correo electrónico? Resulta interesante cómo hoy, en que no importa dónde esté tu interlocutor, puede leer lo que escribes en tiempo real, ya sea porque abrió el correo al minuto en que lo enviaste o que esté conectado a alguna red social (WhatsApp, Messenger, Twitter, Instagram), se habla de las “cartas” solo como un formato que podemos armar en Word o en el cuerpo de un e-mail.

Hubo un tiempo en que las cartas eran mucho más que eso. Si entre nosotros tenemos colegas o seguidores que pasan los cuarenta años, seguro han escrito cartas -a un familiar, a una pareja- que estaba de viaje (porque en casa no había teléfono ni mucho menos un “call center” para hacer llamadas de larga distancia, que eran de mala calidad y muy caras) y, en tres o cuatro páginas, le dabas un vistazo general de todo lo que había pasado en un mes. Las narraciones intentaban ser lo más precisas posibles, la letra debía ser legible y, en los casos más formales, la ortografía tenía que respetarse por una cuestión casi de imagen personal.

En tiempos más antiguos, las cartas llegaban a estar emparentadas con la literatura. De hecho, en muchos casos, como se detalla en el link de abajo, las comunicaciones de ida y vuelta a base de cartas -es decir, las comunicaciones epistolares, una palabra que ya casi nadie usa actualmente- entre dos personajes notables (escritores, políticos, militares, etc.) se han convertido en libros, a veces de tanta calidad o mayor que las ficciones o investigaciones que ellos publicaron alguna vez. Ese espíritu de las cartas ha desaparecido, como tantas otras cosas de nuestra vida anterior, debido a la tecnología.

Eso, ¿les parece positivo, negativo o simplemente es algo a lo que la humanidad se adapta sin mayores consecuencias?

EL LINK

EL DATO

  • El siglo XX vivió el momento de máximo apogeo del género epistolar, convertido incluso en una forma más de literatura, cultivada por numerosos escritores. Ahora, cuando el género sucumbe víctima de WhatsApp y Skype, la correspondencia de los escritores resurge en forma de libros: retratos de una época y sus protagonistas.
  • Quizá el siglo XX será recordado como el de esplendor y decadencia de las cartas. La alfabetización generalizada, la rapidez y bajo precio del servicio de correos, permitieron un florecimiento de los epistolarios… que el desarrollo de otros sistemas de comunicación (el teléfono, internet…) ha terminado por asfixiar.
  • Hasta el siglo XVII, sin embargo, eran muy pocos quienes podían escribirse: no sólo la inmensa mayoría de la población era analfabeta, sino que el transporte de las misivas requería mensajeros privados. La correspondencia era cosa de ricos.

Fuente: La Vanguardia.com

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  • La versio’n digital de la carta,es el co
    rreo electro’nico,q’ es un sistema q’
    trasmite mensajes por computadora a
    trave’s de redes informa’ticas.El corre
    o electro»nico,es una foma de comuni
    cacio’n escrita por medio de herra
    mientas digitales,llamado email o e-
    maiĺ,por su significado en ingle’s.

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