Estimados docentes: En las últimas semanas, una noticia ha preocupado a las familias peruanas, pues impacta directamente sobre la alimentación en los hogares. Recientes estudios científicos han comprobado que un alto porcentaje de vegetales que se expenden a diario en mercados populares y supermercados contienen gruesos índices de residuos químicos provenientes de los pesticidas que se usan normalmente en la actividad agrícola.

Estos productos químicos que buscan disminuir las enfermedades de los sembrios terminan en las mesas y platos de nuestros hijos y estudiantes. Y de nosotros mismos. Está situación configura la llegada de una grave crisis alimentaria cuyos nocivos efectos, como dicen los especialistas, no se harán evidentes de manera inmediata pero sí en el futuro, con afecciones a la salud e intoxicaciones por acumulación que de manera inevitable causarán más de un problema de salud pública y masiva.

La pregunta es ¿qué hacer?, ¿qué productos consumir de aquí en adelante? Lamentablemente, las respuestas no son claras. Por cierto, esta no es una problemática nueva, varios expertos en años previos ya han advertido estos asuntos a nivel mundial y no hemos podido, como colectivo humano, elaborar salidas sostenibles para este tema.

Y justo en estas épocas, en que las tendencias alimenticias vienen orientandose hacia un mayor consumo de lo natural -más frutas y verduras, menos carnes y productos procesados- resulta que las hortalizas, vistas como la opción más saludable, están contaminadas desde la raíz. Si la comida chatarra es mala, las harinas y azúcares son nocivos y adictivos, el gluten y la lactosa enferman a grandes sectores del público y la protección de la vida animal hace que muchos abandonen el consumo de carne, cuál es la alternativa si ya sabemos, a ciencia cierta, que los campos están llenos de residuos tóxicos y altamente cancerígenos. El panorama es oscuro.

Como docentes, debemos estar informados sobre estas situaciones pues nos afectan de manera directa como consumidores y, por supuesto, a nuestros alumnados. No podemos dejar de consumir ninguna clase de alimento y necesitamos encontrar un balance. Existen también los llamados «productos orgánicos» pero son mucho más costosos y para nadie es un secreto que no todas las familias podrían pasar del mercado a las tiendas de esta clase de vegetales, pues tienen unos precios inaccesibles para las grandes mayorías.

La cadena de noticias internacionales Deutsche Welle (DW) lanzó un reporte especial sobre este tema. Puedes verlo completo haciendo click aquí en este enlace.

EL LINK

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/pesticide-residues-in-food

EL DATO

  • Salud con Lupa indica que la vigilancia del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) sobre el uso de plaguicidas en el cultivo de frutas y verduras es aún muy débil: El 47 % de alimentos recolectados en 5 mercados de abasto del país superaron los límites máximos permisibles de agroquímicos de la norma peruana.
  • Las investigaciones científicas muestran que la exposición temprana al clorpirifos, por agua contaminada o residuos en alimentos, puede provocar a largo plazo problemas respiratorios y hasta disminución de la función pulmonar.
  • La cebollita china fue el segundo alimento más contaminado. En una sola muestra del Mercado Mayorista de Santa Anita hubo 9 pesticidas diferentes, entre ellos el fipronil, muy peligroso para las poblaciones de abejas.

Fuente: Agro Perú Informa

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