Estimados docentes: Aun cuando la gran mayoría de personas adultas se encuentre en “estado de negación” con respecto a los cambios que la pandemia del coronavirus ha ocasionado en nuestra forma de vivir –las colas exageradas para entrar a los supermercados de Lima o los europeos yendo a las playas en grupo son solo dos muestras de ello- no cabe duda que la vida social y económica, tal y como lo conocíamos, ya no será la misma cuando aprendamos a convivir con el virus.
Serán los niños y jóvenes quienes se adapten mejor a este cambio, ya que no pasaron tantos años viviendo en el desenfreno de muchedumbres y negocios abarrotados, miles de aviones llenos de gente sobrevolando el cielo en simultáneo, lugares turísticos donde no se puede ni caminar por la cantidad de personas, deportes masivos y conciertos con miles de personas apretadas gritando, sin mascarillas ni distanciamientos sociales. Se mundo, como dicen los adolescentes en Perú, “ya fue”. Toda adaptarse y aprender a vivir de manera diferente.
El cambio, sin embargo, no será ni inmediato ni de fácil trámite. Y, más que las personas o familias, son las empresas de ganancias millonarias facilitadas por esa masificación a las que más les costará entender que ya no podrán volver al 100% a lo que hacían antes de la explosión pandémica. Y esa dificultad para entender eso generará múltiples problemas en las economías familiares, porque es todo como una cadena.
Si un banco o institución financiera que da créditos pretende ganar, entre julio y diciembre de este 2020, lo mismo que ganó entre julio y diciembre del 2019, 2018 y 2017 va a encontrarse con que las personas que mantenían sus operaciones crediticias, sus deudores, ya no podrán pagar lo mismo porque sus ingresos salariales se han reducido. Y eso producirá tensiones entre bancos y clientes con créditos –moras, notificaciones, intereses- además de quitar más y más liquidez por lo que tiendas, restaurantes y supermercados tampoco podrán vender lo que vendían antes. Y así se replicará esto en sectores como el turismo, la aviación, los restaurantes, centros de diversión nocturna, etc.
Las nuevas generaciones alcanzarán un equilibrio y, a partir de allí, darán forma a las nuevas formas de negocio, trabajo y educación que ha impuesto el COVID-19. Del origen y efectos de esta enfermedad trata este documental.
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EL DATO
En tres áreas de nuestra vida económica, los cambios producidos por el coronavirus pueden ser más duraderos de lo que se piensa.
1. Viajes de negocios: Los viajes de negocios a menudo se consideran esenciales para el éxito de las organizaciones y la eficacia de su gestión. No hay duda de que los encuentros cara a cara ayudan a construir relaciones y confianza, que son cruciales para que un proyecto tenga éxito. Pero ahora que las empresas y otras organizaciones se ven forzadas a reducir radicalmente o detener los viajes de negocios, quizá se den cuenta de que no son tan esenciales después de todo, siempre que encuentren alternativas que funcionen. Ahora que los empleados se apoyan en llamadas a través de Skype o Zoom en lugar de volar por todo el planeta para conocerse en persona, quizá se den cuenta de que las videoconferencias son una buena alternativa: más flexible, más amigable con su vida familiar y más sostenible para el medio ambiente. Los jefes, mientras tanto, ven la posibilidad de reducir gastos drásticamente. Así que, en el futuro, quizá veamos una cantidad de viajes de negocios significativamente más baja.
2. Trabajo remoto: Los diversos arreglos para trabajar de forma flexible están cada vez más extendidos. Pero un trabajo prolongado desde casa se considera nocivo para los individuos porque tienden a trabajar más horas. También tiene sus inconvenientes para las compañías, porque eleva los costos de coordinación y se pierden algunas ventajas cruciales de estar físicamente presentes, como la construcción de relaciones y de un espíritu de equipo. Por estas razones, antes de la crisis sanitaria había señales de que el espacio clásico de la oficina física vivía una suerte de renacimiento: algunos de los pioneros del trabajo remoto llamaron a sus empleados de vuelta a la oficina. Ahora que el trabajo remoto es una necesidad, tanto los jefes como los empleados tendrán que desarrollar capacidades y averiguar cómo hacerlo de forma efectiva. Los individuos serán forzados a crear nuevas rutinas, y las empresas tendrán que encontrar la forma de crear espacios online para que los colegas interactúen fuera de las reuniones formales. Las buenas relaciones en el lugar de trabajo son fundamentales para la innovación y la resistencia de una organización.
3. Alteración de la industria: Muchos sectores industriales ya estaban en un proceso de cambio significativo antes de la llegada del coronavirus. Las medidas adoptadas para luchar contra el brote acelerarán estos cambios sísmicos. Los servicios de streaming, por ejemplo, amenazan el modelo de negocio establecido de la creación y distribución de contenido, y Amazon se está convirtiendo en un superagitador de una gran variedad de industrias. La economía del «quédate en casa» que requiere el coronavirus acelerará de forma dramática el cambio de lo viejo a lo nuevo, lo que hará que las preguntas en torno a la concentración del mercado y la posible necesidad de regulación sean todavía más importantes. El cambio llegará tanto del lado de la oferta como del de la demanda. Un creciente número de personas empezarán a usar estos servicios, los disfrutarán y se convertirán en fieles clientes. Y la oferta también cambiará. Los tradicionales serán debilitados y quizá se queden sin negocio, y los agitadores continuarán invirtiendo desde una posición reforzada. En otros sectores el cambio será igualmente dramático y posiblemente para bien. Por ejemplo, la educación superior ha sido lenta en la transición hacia la enseñanza online, pero ahora que el sector se ve forzado a ofrecer módulos en línea, las universidades probablemente no volverán al status quo previo. Hay grandes oportunidades en la educación online, en términos de nuevos mercados para estudiantes y una oferta más barata.
Fuente: BBC Mundo
Esta situación por la que estamos pasando a nivel mundial nos dejara una etapa bien marcada que la recordaremos hasta el fin de nuestra generación y quienes la recordaran mas aún serán nuestros hijos quienes contaran a sus generaciones venideras . En cuanto a la Educación nos ha servido para re potenciar nuestros conocimientos en cuanto a la tecnología que por cierto no es nada bueno para nosotros como maestros estar frente a una pantalla de una computadora o un celular mucho menos para los niños viéndonos por mas que nosotros ponemos todo esfuerzo para que las clases dictadas por esos medios sean las mas dinámicas para ambos pero nada es comparado como el día a día la interactuando mutuamente con los niños en las aulas en donde vivencian sus aprendizajes.
La pandemia de coronavirus, es una emer
gencia de salud pública y una crisis económi
ca sin precedentes en la interferencia con la vida cotidiana, la vida social y económica
ya no será la misma, las nuevas generacio
nes alcanzarán un equilibrio y darán nuevas
formas al negocio, trabajo y educación por
el COVID – 19.