Estimados docentes: Cuando hablamos de educación escolar, de inmediato pensamos en los tres niveles de educación básica regular: Inicial, Primaria y Secundaria. Aun siendo docentes, no tenemos instalada, de manera sólida, en nuestras mentalidades, que el derecho a la educación también debe llegar a aquellas poblaciones de niños que, estando en edad escolar, poseen una condición que les hace difícil insertarse al mismo tiempo que los demás niños. Las condiciones especiales requieren de una educación especial, con profesores preparados de manera específica para ayudar al desarrollo físico y cognitivo de estos niños y niñas, que padecen alguna discapacidad o diagnóstico que los hace ingresar a eta categoría.
Los Programas de Intervención Temprana –o PRITE, por sus siglas en español- están orientados a esa educación especial que tiene fuertes bases psicológicas, emocionales y, esencialmente, de afecto, paciencia y mucho compromiso con la formación de individuos cuyo potencial está por descubrirse aun cuando, en apariencia, no estén empezando desde el mismo partidor que otros niños sin problemas de aprendizaje, motricidad o cualquier otro tipo de discapacidad.
Las instituciones pero, sobre todo, las personas que trabajan en ellas, necesitan de una sensibilidad profunda y una dedicación casi exclusiva, para sacar adelante estos programas. Afortunadamente para estos niños y sus familias, hay muchos ejemplos de ello, con maestras y maestros, terapeutas del aprendizaje y el movimiento que hacen un trabajo extraordinario con estos asombrosos niños que, en muchos casos, logran avances muy buenos, según sea su caso e incluso llegan a integrarse, en la medida que se lo permita su condición, a sus grupos familiares y sociales, consiguen trabajos y logran superar todo tipo de obstáculos y prejuicios.
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EL DATO
- Focalizado en la familia: Incluye a miembros de la familia que trabajan con los profesionales y aprenden cómo ayudar a sus hijos o familiares. Es flexible y puede ofrecerse en casa, así como en la guardería, escuela o en el centro de atención temprana. Apoya y guía a las familias.
- Bien estructurado: Tiene personal que está específicamente entrenado para dicho servicio. Desarrolla un plan individual para cada niño. Monitorea el progreso de cada niño con regularidad. Es altamente estructurado, bien organizado, regular y predecible. Provee un ambiente de apoyo durante el aprendizaje. Prepara al niño para ir al colegio. Facilita el contacto entre el niño con TEA y niños con desarrollo típico.
- Basados en evidencias: Está diseñado para niños con TEA. Se centra en el desarrollo de la atención, la confianza, la imitación, el lenguaje y las habilidades sociales. Incluye estrategias para ayudar a tu niño a adquirir nuevas habilidades y a utilizarlas en diferentes entornos. Se centra en reducir las conductas complejas enseñando conductas alternativas más apropiadas.
Fuente: Eduforics.com
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