Estimados docentes: En nuestro país, el calendario escolar se inicia normalmente en marzo, los primeros días para la educación privada y, en el caso de la educación pública, a partir de la quincena del tercer mes del año. Eso significa que estamos a dos meses, dentro del esquema tradicional pre-pandemia, de comenzar un nuevo ciclo lectivo.
Sin embargo, la pandemia del coronavirus se trajo abajo esta normalidad, con el cierre mundial de escuelas y el establecimiento, de manera obligatoria, de la educación no presencial. Estamos a poco de cumplir un año con esta nueva coyuntura educativa y, para muchos de nosotros, aun es una situación nueva y de la cual no conocemos todas sus aristas, posibilidades y resultados.
Eso nos coloca en una posición, por un lado, de incertidumbre. Pero, por otro lado, nos ubica en el partidor permanente del aprendizaje continuo. Necesitamos prestar mucha atención a las experiencias que se están desarrollando en los sistemas educativos de otras latitudes, y cuyas clases están ya en medio de su programación, para entender qué opciones tenemos, por lo menos en aspectos relacionados a la aplicación de ciertas técnicas online, manejo de conocimientos y relacionamiento entre profesores, padres y alumnos.
Si bien es cierto nuestra realidad educativa, como parte de la región latinoamericana, es totalmente distinta a la de países como Estados Unidos, Finlandia, Japón o Australia, sí estamos todos atravesando las mismas problemáticas de salud, estados de emergencia y riesgos de contagio. Por ello las recomendaciones, aun cuando no puedan aplicarse de manera transversal e idéntica en los cinco continentes, sí poseen elementos en común que los docentes debemos conocer, compartir, analizar y, en la medida de lo posible, aplicar en cada caso específico. En el caso del Perú, mirar con atención casos como Argentina, México o Colombia será de mucha mayor utilidad por las semejanzas que tienen nuestros sistemas educativos.
EL LINK
https://www.educaweb.com/noticia/2020/06/10/propuestas-afrontar-proximo-curso-covid-19-19217/
EL DATO
- La colaboración entre docentes requiere una forma diferente de organizar la escuela. Este año muchas instituciones educativas aprovecharon la oportunidad de repensar su organización para enfrentar los desafíos de las clases remotas. Observamos que en aquellas escuelas donde intentaron a toda costa mantener la estructura “tradicional”, es decir, asignaturas separadas centradas en la transmisión de información por parte del docente y los estudiantes escuchando o, a lo más, respondiendo guías, se generó un enorme desgaste en los equipos docentes, en estudiantes y también en las familias.
- Un desafío crucial durante este año, y que se mantendrá o incluso puede profundizarse el próximo, consiste en involucrar a los y las estudiantes con el proceso de aprendizaje. Un paso importante fue el proceso de priorización curricular, ya que permitió a las escuelas ver el currículum de una forma más flexible, y más proclive a la adaptación de los objetivos a cada realidad. Esto no quiere decir que debamos bajar los estándares o no preocuparnos por el aprendizaje de todos los estudiantes, sino que es más bien lo contrario: enfocarnos en aquellos conocimientos, habilidades y actitudes fundamentales para la vida de nuestros y nuestras estudiantes.
Fuente: El Mostrador
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