Estimados docentes: Uno de los aspectos más delicados y trascendentales, para los docentes de Secundaria -e inclusive, en las últimas décadas, en el nivel Primaria también con mucha más fuerza que antes- es aprender a lidiar con las penas amorosas de sus alumnos. Ya sea que estén trabajando en instituciones educativas mixtas o separadas (de hombres o de mujeres), estas emociones suelen interponerse en la capacidad de concentración de los estudiantes, tanto cuando el enamoramiento va viento en popa como cuando las cosas no funcionan bien. En cualquier caso, los niveles de distracción en chicos y chicas son altos cada vez que atraviesan por estas experiencias.
Hasta ahí, las cosas pueden ser, en cierto modo, fáciles de manejar. Unos cuantos consejos, seguimiento a casos específicos y ya. Pero, actualmente, la cosa no queda allí. Como sabemos, en temas relacionados al amor y las primeras experiencias de niños y niñas en este terreno, hay una posibilidad muy alta de caer en situaciones peligrosas y distorsionadas por el pésimo manejo de la información que dan los medios de comunicación y la internet (redes sociales) sobre cómo vivir estas emociones.
Adolescentes de ambos géneros sobre expuestos a las formas adultas más inapropiadas de la vivencia amorosa, sentimental y sexual -infidelidades diversas, intereses en lo material, obsesión por la popularidad y la imagen, hipersexualización de todo- que son sus modelos de éxito porque así lo imponen los programas de farándula local e internacional, las canciones de moda, etc., terminan aprendiendo muy mal los conceptos relacionados al amor y sus derivados -el sexo, el matrimonio, la convivencia respetuosa- y como resultado tenemos toda una generación de jóvenes incapaces de ser considerados los unos con los otros, relativizando el maltrato y enarbolando, para justificar sus inconductas, la bandera de la liberación desde todos los géneros y opciones existentes.
Esto, en el mejor de los casos, trae consecuencias como la formación torcida de personalidades insensibles a las expectativas de los demás, egocéntricas e inestables, incapaces de establecer lazos afectivos sólidos que sean sostenibles en el tiempo. En el peor de los casos, tenemos un abanico de vicios sociales que son moneda corriente en las noticias diarias: embarazos no deseados, engaños de toda clase, agresiones psicológicas y físicas, bullying y ciberbullying, atentados contra la integridad física y la vida, depresión, etc.
Como docentes ¿estamos haciendo algo al respecto?
EL LINK
EL DATO
- El amor en la época de internet se parece más a una App descargada en un móvil; está hecho de emoticones y a veces relegado solo a la pantalla del móvil.
- Parafraseando a Karl Popper, podríamos decir que el futuro, con internet y con la “psicología de internet”, está abierto. Nos toca a nosotros dirigirnos hacia un futuro humanamente deseable. Nos toca a nosotros recordar, precisamente, que internet es una invención.
- Hoy, las relaciones se consumen en poco tiempo, son superficiales y prácticas. Queda poco de la “danza de la que todos conocían los pasos: él, sentimentalmente libre, le pide salir a ella, también libre, con al menos tres días de antelación.
Fuente: Family and Media.com
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