Estimados docentes: Sentir curiosidad es una emoción natural en los seres vivos. Lo notamos cuando un animal doméstico, por ejemplo, el perro, acerca la nariz al lente de una cámara de video que le ponemos en frente. Es un instinto por saber qué hay detrás, qué misterios se esconden en los objetos o artefactos que tenemos ante nuestros ojos. En los niños esto también se manifiesta a temprana edad. A diferencia de los animales, nuestra especie tiene la riquísima posibilidad de cultivar esa curiosidad y convertirla en instrumento de aprendizaje.

En términos artísticos, la curiosidad se presenta por dos caminos: el del artista y el del espectador. El artista, digamos, un pintor, curiosea a través de líneas, formas y colores. Experimenta con las distancias, con las perspectivas y tonalidades. El que observa un cuadro con interés, con curiosidad, lo examina al detalle, escudriña, trata de descubrir lo que otros, o él mismo, a la primera, no vio. Esto lo lleva a aprender más, a entender más, a reflexionar más.

Claro, como todas las emociones humanas, la curiosidad debe educarse, manejarse. O como dicen los coaches estafadores, “gestionarse”. De lo contrario puede ser contraproducente. Ser muy curioso, sobre todo en aspectos sociales, puede convertirnos en personas poco prudentes o respetuosas del espacio ajeno. Lo que en educación es útil en demasía, en lo cotidiano puede llegar a ser un problema. De ahí aquello de “la curiosidad mató al gato.

En el video que acompaña este post, dejamos el capítulo dedicado a la curiosidad en el arte del programa This is art (Esto es arte), de nuestro amigo Ramón Gener, músico y profesor español a quien conocemos desde su serie Esto es ópera. En este capítulo, Gener recorre la historia del arte clásico relacionándolo con esa vocación nuestra por descubrir, por saber, la curiosidad. Que lo disfruten.

Segunda parte de El arte y las emociones: La curiosidad

EL LINK

https://cesdonbosco.com/grados/alumnos-universitarios/379-ninos-arte-juego.html

EL DATO

  • Resulta de la mayor importancia en este proceso aquello con lo que puede sentirse cercano el estudiante, aquello con lo que forme parte de su propia experiencia, al ser el arte una expresión de los sentimientos e impresiones, pensamientos y opiniones. “A los niños les interesa mucho más la leyenda que la historia”, expresan dos estudiosas de su obra, completando esta idea.
  • Como se ve, tanto entonces como ahora, el desafío al que se enfrentaron y se están enfrentando los maestros en la actualidad tiene mucho que ver con la forma en que se logre que los niños y jóvenes puedan entrar en contacto con la realidad que los circunda, con la naturaleza, de una manera agradable y fructífera.

Fuente: Vanguardia.com

Baúl Docente

Baúl del Docente es un weblog que selecciona, verifica y publica recursos educativos online para uso libre de profesores de habla hispana.

Ver todas las publicaciones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Arrastre para verificar

Suscribase gratis al boletín electrónico