Estimados docentes: Una de las principales cualidades que nos aseguran el mejor resultado posible en cualquier proyecto o emprendimiento que tengamos es la constancia. Ser constantes está relacionado también a la disciplina, la responsabilidad y la tenacidad para desarrollar nuestras actividades.
Aprender a ser constantes significa también abandonar la natural predisposición humana a la comodidad, al conformismo asociado a una noción apresurada de estar cómodos, sin nada que hacer o nada en que pensar. Para practicar la constancia, a veces hace falta empujarse y tener fuerza de voluntad. Por ejemplo, ser constante en hábitos alimenticios saludables implica evitar toda clase de trasgresión al esquema planteado para conseguir el objetivo (bajar de peso, reducir niveles de colesterol, triglicéridos, etc.)
La constancia, además, nos permite cultivar costumbres y pensamientos positivos, en el sentido de aquello que realizamos con constancia se convierte en una secuencia de acciones que funcionan, que nos traen satisfacción. Como virtud, la constancia no tiene nada que ver con las otras dos acepciones del término: una constancia o comprobante de algo, una acción constante, de hacerla repetidas veces. Ser constate tiene algo de esto segundo pero no solo como repetición sino como algo que se hace por voluntad y para lograr metas específicas.
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EL DATO
- La palabra constancia tiene dos acepciones. Sin embargo, su principal significado se refiere al valor y la cualidad que poseen algunas personas en cuanto a ser perseverantes y determinados ante un propósito o decisión.
- La palabra constancia, entendida y empleada como referencia de un valor o virtud, se deriva del latín “constantia”, y a su vez puede ser sustituida por el sinónimo perseverancia.
- La constancia es un valor que se debe inculcar desde temprana edad a modo de incentivar a los hombres del mañana a ser individuos comprometidos y de voluntad fuerte.
Fuente: Significados.com
el que no persevera no triunfa en su vida.